Agenda andaluza en La Moncloa

Susana Díaz acude por primera vez con Pedro Sánchez de presidente y ha de mantener las reivindicaciones hechas a Mariano Rajoy

La imagen de Susana Díaz subiendo los cinco escalones que dan acceso al Palacio de la Moncloa con el presidente Pedro Sánchez esperándola como anfitrión por primera vez, que podrá captarse este mediodía, tiene la simbología política de unir a los dos oponentes de las primarias socialistas de hace poco más de un año estrechándose las manos en una cita institucional en la que el claro ganador de aquella pugna interna recibirá a la perdedora como jefe del Ejecutivo de España, manteniendo ésta su condición que ya tenía de presidenta de la comunidad más poblada. Pero más allá de esa simbología, o incluso de cómo afecta a la vida interna del PSOE, a La Moncloa quien acude es Andalucía, y el Ejecutivo autonómico tiene la obligación de plantear su agenda política, plagada de reivindicaciones al anterior Gobierno de la nación que ha de mantener pese al triunfo de la moción de censura y el hecho de que ahora ambos gabinetes estén bajo mandato socialista. En los dos últimos años, la principal demanda de la Junta de Andalucía ha sido que se abordase una reforma del sistema de financiación autonómica, porque el actual, que fue puesto en marcha bajo el mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, infrafinancia a la comunidad. Esa necesidad sigue vigente y es perentorio plantearla, máxime cuando el presidente Sánchez ha descartado implantar un nuevo sistema, por falta de tiempo, en esta legislatura. Y lo ha hecho, contradictoriamente, al mismo tiempo que asegura que intentará agotar una legislatura que de completarse se extenderá casi dos años más. Andalucía ha de reclamar a Sánchez los mismos 4.000 millones que demandaba a Mariano Rajoy, contando además con la circunstancia de que la misma consejera que entonces los cifraba, María Jesús Montero, es hoy la ministra de Hacienda que ha de pactar el nuevo modelo con todas las autonomías. Otros elementos que configuran la agenda andaluza a plantear al Gobierno son las inversiones en infraestructuras -con especial énfasis en las conexiones ferroviarias del puerto de Algeciras y la ciudad de Granada-, la defensa de una reforma de la Política Agraria Común de la Unión Europea y la lucha contra los aranceles de EEUU para no seguir perjudicando a un sector estratégico como el agroalimentario. Es necesario mantener estas y otras peticiones sin que influya el cambio de Ejecutivo salvo para mejorar el entendimiento. La cita de hoy puede marcar no sólo los últimos meses de la legislatura andaluza, sino incluso su calendario electoral. Si no hay capacidad de avanzar, consolidaría la idea de que la legislatura andaluza está agotada y acrecentaría la posibilidad de un adelanto de pocos meses respecto a marzo, la fecha en la que se cumplen cuatro años de la última elección autonómica.

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