La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Y no estar (o volverse) loco

No comprendo cómo se puede ordenar o recomendar dos cosas opuestas a la vez y no estar loco

Tras las nuevas medidas que endurecen las prohibiciones ante el avance de la epidemia se impone con mayor rigor, como ustedes saben y los hosteleros padecen, la distancia mínima de 1,5 metros en las barras o entre las mesas, un máximo de diez personas por mesa, el cierre de los bares de copas y discotecas y el toque de queda para todos los locales a la una de la madrugada (pese a que desde la Junta, a través de su delegada en Málaga, se había dicho hace poco más de una semana que la clausura de estos locales era "lo más fácil" pero no lo propio "de un Gobierno responsable y coherente"). Vale. Muy bien. Hay que adaptarse a las circunstancias. Todo sea por controlar la expansión del virus. Pero resulta que leo que las celebraciones de las bodas pueden llegar a las 300 personas al aire libre y 250 en un recinto cerrado. Y uno se acuerda de Bambino y su "yo no puedo comprender cómo se puede querer a dos mujeres a la vez y no estar loco".

Porque es difícil comprender cómo se puede legislar, normativizar o recomendar dos cosas opuestas a la vez sin volvernos locos. ¿Resulta que para tomarme un café tengo que estar a metro y medio, y a dos de cualquier semoviente bípedo si además se fuma, que no pueden sentarse más de 10 personas por mesa y que se recomienda que procuremos relacionarnos sólo con nuestro entorno familiar y en cambio se pueden reunir 300 personas para celebrar una boda? ¿Todos son familiares que conviven, están a metro y medio unos de otros y a dos metros cuando se efectúe el reparto de puros tan de las bodas? ¿Cómo comprender e interpretar que se ordenen a la vez cosas opuestas? ¿Se refería a esto lo de los "eventos y actividades multitudinarias" autorizados en determinadas circunstancias?

Ante esto no ya las comunidades autónomas cada una por su cuenta, hasta los ayuntamientos están haciendo sus propias interpretaciones y estableciendo sus medidas. Leo en nuestro Diario de Almería que el Ayuntamiento de Pulpí ha recomendado a los vecinos que pospongan bodas, bautizos o comuniones hasta que mejore la situación sanitaria debido a que "en estos eventos relajamos las medidas de seguridad y son y han sido causas de contagios". No sólo porque en este municipio haya 26 casos activos y porque Almería y Málaga ofrezcan los peores datos de Andalucía, estas recomendaciones parecen lo razonable. Si no se quiere ir por detrás del avance del virus.

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