Desayunamos el pasado 1 de abril con la noticia de la jubilación del magistrado Manuel Gutiérrez Luna, que formó parte de la Administración de Justicia desde 1978, destinado en Algeciras desde 1986 hasta 2020, primero en sus Juzgados, y tras ello, en la presidencia de la Sección de Algeciras de la Audiencia Provincial. Toda una vida dedicada al servicio público en la ciudad, en la que además demostró su indudable compromiso con la comarca, encabezando reivindicaciones históricas y más que justas, como la propia creación de tal Sección, entre otras.

Esperemos que su experiencia y valía sigan siendo de utilidad al Campo de Gibraltar, ahora en otros diferentes campos de actuación, y que seamos agradecidos con su entrega y trayectoria, que lo hacen merecedor de nombramiento como Hijo Adoptivo de la ciudad, sin duda. Así me atrevo a proponerlo.

Es ejemplo de aquellos tantos que vinieron de fuera, y que vieron la enorme potencialidad de esta comarca, y que también detectaron el olvido institucional secular hacia la misma, erigiéndose en portavoces incansables de nuestras carencias, necesidades y aspiraciones, y ello, en clara contraposición a algunos de nuestros representantes públicos, que en altas instancias apenas nada hicieron por su tierra, decantándose siempre por su sumisión al partido y por su propia escalada personal en el mismo, cuando no a intereses terceros.

Nativos o no, lo que es evidente es que necesitamos seguir teniendo tales voces, reivindicativas, independientes y audaces, en nuestro nombre. Mal nos irá en caso contrario.

Por ejemplo, no es de recibo que la única diputada del Campo de Gibraltar en el Congreso, del PSOE, no haya formulado pregunta o iniciativa alguna, en relación a la comarca desde su toma de posesión, como si ningún problema de los muchísimos que nos afectan en múltiples áreas fuera de entidad para ser planteado en las Cortes.

Por ejemplo, y volviendo a las infraestructuras judiciales, podría haber cuestionado la ubicación del segundo Juzgado de lo Mercantil provincial en Algeciras, como ya sucede en Gijón, Vigo o Cartagena, y a la vista de que gran parte de la carga de trabajo de tales órganos, proviene de esta comarca y de su puerto. O, habiendo sido la misma alcaldesa de La Línea, tampoco estaría de más que se preguntase sobre el futuro acuerdo con el Reino Unido en relación a Gibraltar, en aras de defender a su pueblo, afectado por un desempleo escandaloso, y con unas de las rentas per capita más bajas de España. Pero no.

Que no nos callen.