La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

La vergüenza de los nueve profesores

Lo sucedido en este instituto es lo propio del fanatismo nacionalista franquista, fascista o catalanista

Por un lado, no desconocemos que la bufonada catalana ha sido el más grave atentado contra la democracia junto al 23-F, ha supuesto una gravísima crisis política nacional aún no resuelta, ha dañado seriamente la imagen internacional de España y ha ocasionado graves pérdidas económicas. Pero por otro lado, su carácter de bufonada, disparate o sainete y sus tan evidentes mentiras le dan un aire tan grotesco que cuesta trabajo tomársela en serio. Pero la cuestión es tan seria como pueda serlo, más allá de lo político nacional o internacional, más allá de lo institucional o de lo económico, la utilización de los niños señalándolos ante sus compañeros para humillarlos. Cosa mucho más grave por producirse en las aulas y desde el poder que otorga su cargo a los profesores. Y esto es lo más intolerable pero también lo que mejor retrata al nacionalismo.

Según la denuncia del fiscal, nueve profesores del Instituto de Enseñanza Secundaria El Palau de Sant Andreu de la Barca se dirigieron "en términos despectivos y humillantes" a alumnos hijos de guardias civiles el dos de octubre, tras la celebración del referéndum. En las aulas dijeron que no podían impartir clases porque "la Policía y la Guardia Civil me han tratado a palos, porque son unos animales y unos bestias que sólo saben dar palos" y que "los guardias civiles son unos animales" y "unos salvajes". Mostraron fotos de guardias civiles diciéndoles a los alumnos que "parecen perros rabiosos" o dijeron a un niño de 12 años, que lógicamente se echó a llorar: "¿Estarás contento con lo que tu padre hizo ayer?". En algunas clases se pidió a los hijos de guardias civiles que se identificaran levantando la mano "con la consiguiente humillación -dice el informe de la Fiscalía- dado el ambiente hostil que se respiraba en todo el instituto al atribuir a la Guardia Civil la condición de violentos, quedando desde ese instante señalados y, por tanto, expuestos al rechazo y hostilidad del resto de compañeros". También interrumpieron las clases exigiendo a los alumnos que bajaran al patio para manifestarse contra la violencia de la Policía y la Guardia Civil y para defender la independencia.

Esto es xenofobia, abuso de poder y enseñamiento con menores de edad. Lo propio del fanatismo nacionalista de estirpe franquista, nazi o fascista que ha prendido en la que se tenía por una de las regiones más desarrolladas y modernas de España.

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