Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

El tren y los Presupuestos

Hace décadas que se viene apostando por el desequilibro territorial y castigando al Campo de Gibraltar

Europa SUR ha desvelado un informe en el que la Comisión Europea (CE) pone en evidencia el escaso compromiso que el Estado ha mostrado hasta hace bien poco con la electrificación de la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla, un tramo de solo 70 kilómetros que, como bien sabemos, es clave para la conectividad y el desarrollo del Puerto de Algeciras y del conjunto de la comarca. Sin suministro eléctrico, hay que recurrir a locomotoras de gasóleo que, además de ser más contaminantes, no pueden tirar de convoyes largos que harían más competitivas las tarifas por transporte. Es una cuestión de precios, de competencia frente a otras dársenas españolas -no tan bien ubicadas geográficamente, pero sí políticamente- que siguen recibiendo millones de euros cada año para mejorar sus infraestructuras con independencia del partido que esté en el Gobierno.

Denunciémoslo de forma clara: hace décadas que se viene apostado por el desequilibrio territorial y, en el caso particular del ferrocarril, castigando con premeditación y alevosía al Campo de Gibraltar para favorecer al levante español. El informe de la CE constata que la Algeciras-Bobadilla, además de precisar de mejoras en su trazado, de ancho internacional y de una doble vía para que puedan circular de forma simultánea trenes en ambos sentidos,también requiere de suministro eléctrico.

En noviembre de 2017, este periódico organizó en Los Barrios un foro con el entonces presidente de Red Eléctrica de España (REE), José Folgado, en el que dejó a los presentes con la boca abierta al desvelar que la compañía había enterrado la electrificación de la Algeciras-Bobadilla. Vino a decir, más o menos, que las dos subestaciones de 400 kV previstas en Ronda y Marchenilla no se iban a planificar ni construir mientras las obras de la vías estuviesen paradas. La crónica de ese foro que hace tres años ofrecimos a nuestros lectores describió a la perfección el paisaje que hoy tenemos: "La ejecución para 2020 de la línea Algeciras-Bobadilla se adentra en el terreno de la utopía". La presión ejercida a raíz de aquello posibilitó que las dos subestaciones volvieran a aparecer en los documentos, aunque el horizonte ahora para contar con una conexión ferroviaria decente se aplaza y se sitúa en nada menos que 2030, entre papeleos y una procelosa declaración de impacto ambiental aún pendiente.

A finales de mes, previsiblemente, el Gobierno presentará los Presupuestos Generales del Estado. Será una declaración de intenciones en la que quedará reflejado si se pasa de las palabras a los hechos; si además de más agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera se dota a esta comarca de otros recursos imprescindibles para poder salir adelante social y económicamente. Ya toca.

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