QUE no se equivoque nadie. Pedro Sánchez es el presidente de Gobierno, la prueba es que reside en Moncloa y así se lee en el papel en el que toma notas, las credenciales de sus reuniones internacionales y los documentos que firma. Pero quien manda es Pablo Iglesias.

Estamos hartos de decir que Pedro Sánchez es campeón en el arte de mentir, pero quizá nos equivoquemos y lo que ocurre es que se deja atrapar por la inconmensurable capacidad de seducción de Iglesias y acepta todo lo que le susurra. Porque no es verosímil la otra posibilidad: que Iglesias lo tenga sometido a chantaje. Si así fuera, seguro que Sánchez encontraría la manera de deshacerse de Podemos y buscar otros socios de gobierno. Ya tiene a Cs y, sin Podemos dentro, Pablo Casado daría un paso adelante para ayudar a Sánchez a que tomara medidas que los españoles necesitan como el comer.

El primer trámite de los Presupuestos, rechazar las enmiendas a la totalidad, ya se ha producido, con la ayuda de Bildu. Un espanto para infinidad de españoles que conocen muy bien qué es Bildu y cuántas sus fechorías y delitos. Para justificar que Bildu haya sido invitado a formar parte de la "dirección del Estado", como ha dicho Iglesias -que es quien ha llevado las negociaciones con ese partido infame- las terminales mediáticas de Moncloa se han puesto a funcionar: ha habido que recurrir a Bildu porque es vital salvar los Presupuestos para superar la pandemia actual y la crisis económica. Mentira. Ciudadanos cuenta con más votos que Bildu y mantiene la mano abierta a algún tipo de acuerdo. Segundo: Bildu dejó atrás el terrorismo para integrarse a la sociedad. Mentira. No dejó atrás el terrorismo, sino que fue obligado a ello ante el acoso de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Iglesias guarda en la manga una serie de iniciativas que va a intentar que sean aprobadas por el Gobierno y, tal como está Sánchez de entregado a la causa podemita, es probable que lo consiga.La única esperanza de que la cosa cambie es que, después de aprobar los Presupuestos, Sánchez se vea afectado por un ataque de responsabilidad y cambie el rumbo con el apoyo de partidos a los que sí importa España. Ahí encontrará a Ciudadanos, pero puede que incluso al PP, al que no ha querido ni escuchar durante estos años para justificar así que se echaba en manos de Iglesias, dando a entender que con Casado era imposible dialogar. Que lo intente, a ver qué pasa. Porque con Podemos, los independentistas y Bildu de socios, ningún partido serio le va a tender la mano. Sin Podemos, Sánchez encontraría socios para gobernar con sentido de Estado.

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