La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

El sectarismo y las cuotas

El PP pastelea sin problemas en RTVE, pero pretende vetar la presencia de Podemos en el Consejo del Poder Judicial

Psoe y PP se pusieron de acuerdo sin mayores problemas en la designación de nuevos consejeros de administración de RTVE tras casi tres años de bloqueo. ¿Cómo ha sido posible? Pues porque se han repartido los cargos entre ellos con algunas concesiones a Podemos y PNV. Una vergüenza, denuncia la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que no ha querido participar en el cambalache.

Algo de vergonzoso sí que tiene el acuerdo, presentado eufemísticamente como gran pacto de Estado, cuando es sólo una amigable componenda para influir en los telediarios, las tertulias y los programas que son la más habitual fuente de información de millones de españoles. Es vergonzoso que los partidos compinchados hayan tirado a la papelera el trabajo de preselección de consejeros realizado por el comité de expertos nombrado por el propio Congreso. Al final han colocado en el control de la radio y televisión pública, casi sin excepción, a profesionales muy identificados con los partidos que los proponen. Los socialistas han votado a informadores que tuvieron cargos relevantes en TVE mientras gobernó el PP y los populares han dado el visto bueno al director de Mundo Obrero y otros connotados izquierdistas.

Simplemente, han funcionado las cuotas: cuatro vocales para el PSOE, 3 para el PP, 2 para UP y 1 para el PNV. No se trataba, pues, de elegir a los mejores profesionales y gestores, los expertos más brillantes o las mentes más abiertas. Funcionó ese gran lastre de la política española que es el sectarismo. Quizás más de uno demuestre actuar en conciencia como consejero y se comporte de modo independiente de verdad, velando por el interés general, pero la experiencia sugiere, y la cultura política dominante impone, que cada cual obedezca en todo al partido que lo ha llevado al cargo. "Siempre con los nuestros, con razón o sin ella" es la forma más común con la que los españoles exageramos nuestro sentido de pertenencia. La raíz del cainismo y la polarización del debate público.

Es curioso que el PP protagonice sin dificultad este pasteleo sobre la RTVE y, en cambio, se ponga digno en la renovación del Consejo del Poder Judicial. Ahí impugna el reparto y pretende que salgan elegidos los diez miembros que le corresponden pero que el PSOE no ceda algunos de los que le tocan a sus aliados de Unidas Podemos. Se arroga un derecho de veto injustificado. No defiende lo mismo en los dos organismos.

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