La imagen en las pantallas era impactante. En el marco de las informaciones de los destrozos, ocasionados por la reciente gota fría en Levante, se veía una catarata de agua, saliendo por la puerta de entrada de una casa. La inquilina con cara de fatalidad, declaraba a las cámaras que el agua entraba por la puerta trasera y salía por la delantera. Un año más y por las mismas fechas, los vecinos damnificados se esfuerzan por sacar el barro de sus casas y recuperar sus coches de donde los llevó la corriente, auxiliados por las fuerzas de seguridad, protección civil y la UME. Se han vuelto a abrir las oficinas de reclamación y evaluación de daños en los ayuntamientos afectados y alcaldes cariacontecidos declaran que no se había visto una igual en su territorio, desde hace un siglo. Hay algún tunante que hasta, echándole cara, culpa al cambio climático. Los políticos nacionales, se disfrazan con chubasqueros de diseño y botas de agua molonas o miran desde la ventanilla del helicóptero en plan Kennedy, para dar buena imagen. En fin, como en la película "El día de la marmota", todo vuelve a ser exactamente igual que el año anterior.

En las comidas navideñas, mi tío Juan contaba cómo, cuando visitaba a unos familiares en Alicante, más concretamente en el barrio de Benalúa, llegó la gota fría-entonces no se llamaba así-y habitando en un tercer piso, fueron evacuados, saliendo por la ventana, ¡en una barca de remos!. Esto sucedió en los 60. Cambio climático……vamos anda. El que el agua siempre busca su sitio, lo sabemos todos. El que la especulación urbanística, permitió construir donde no se debía y que la gente, aquí nadie es inocente, compró su vivienda jugando a la ruleta rusa, todos también lo sabemos. ¿Alguna vez haremos algo para solucionar definitivamente el problema?. Soy pesimista al respecto. Soluciones como el desvío del Guadalquivir en Sevilla, son lo deseable. Pero ¡ay! hizo falta toda una Expo Mundial para poder abordarlo. Las obras de saneamiento, son incómodas y además no dan votos. Donde se ponga una buena rotonda artística que además son baratas….. Hace falta un aumento de la cultura política de la ciudadanía, para saber exigir a las autoridades, la resolución de los verdaderos problemas y administrar nuestro voto en las elecciones, teniendo en cuenta al más eficaz y no al más pinturero. Quedan aspectos, como la atomización de responsabilidades entre gobierno central, autonomías, diputaciones y ayuntamientos y la nula conciencia de prevención, pero esa es ya, otra historia.

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