Crónica Personal

La reforma atragantada

Los firmantes del manifiesto suman más escaños que Cs y PNV, en el caso de que Cs se avenga a apoyar la reforma

La aprobación de la reforma laboral se le atraganta al presidente. Algunos de sus socios han hecho público un manifiesto en el que anuncian que no apoyarán la reforma negociada con sindicatos y CEOE.

ERC, la CUP, Bildu y BNG expresan su disconformidad con el texto que acordó Yolanda Díaz con las fuerzas sociales, texto al que, según Garamendi, no se le puede tocar una coma porque no lo firmaría. Y si no firma la CEOE, se viene abajo la imagen de Díaz y también la de Pedro Sánchez.

La reforma laboral será debatida y votada en el Congreso la próxima la semana. Hasta ahora se pensaba que en el último momento los partidos críticos del bloque de investidura cambiarían de opinión en el último momento, pero que hayan respaldado un manifiesto conjunto hace difícil ese cambio. Sin embargo, nada es definitivo en política, ni siquiera lo que se suscribe en un manifiesto; la voluntad de la mayoría de los dirigentes políticos es débil, sobre todo cuando tienen enfrente a un Gobierno que se caracteriza por su generosidad sin límite.

Aún así, el varapalo para Sánchez y Yolanda Díaz es importante. Más aún cuando la vicepresidenta y ministra de Trabajo muestra estos últimos días una actitud que desvela que está encantada consigo misma, y anunciara el pasado miércoles que dentro de diez días inicia las negociaciones para subir el Salario Mínimo Interprofesional, que los empresarios miran con especial reticencia porque si ya les fue difícil aceptar la subida anterior, ahora aún más porque tienen que vérselas con el incremento de la presión fiscal que les cruje las cuentas. La idea que transmiten varios economistas es que el alza del SMI provocará una bajada del empleo, pero los socialistas insisten en que mejorar los ingresos de los trabajadores potenciará el consumo.

Los cálculos que hacen los políticos suelen diferir de los que manejan los economistas, porque en el caso de los primeros intervienen factores como el electoralismo y la necesidad de cargarse de credibilidad, aunque eso suponga engañar "un poquito".

Los firmantes del manifiesto suman más escaños que Ciudadanos y PNV, en el caso de que Cs finalmente se avenga a apoyar la reforma. También el PNV pone condiciones. Por otra parte, Cs y PNV se detestan mutuamente y, además, perder el apoyo de varios de los socios de investidura coloca a Sánchez en una situación de precariedad, de inestabilidad. Habrá que estar atentos.

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