Muy probablemente, nuestra gentil paisana Gemma Araujo Morales sea el manantial del rumor que circula sobre ella misma acerca de su posible acceso al Congreso de los Diputados. Algún medio lo ha acogido con entusiasmo, aunque la verdad es que no parece, a día de hoy, que el rumor sea fundado. Y no me sale eso de que ¡ojalá sea cierto! pues a cualquiera de los que amamos al Campo de Gibraltar y sentimos sus problemas, nos parecería chipén que una mujer linense tuviera voz en ese tan importante foro. Pero a poco que reflexione uno sobre su ser y estar, se encontrará con un perfil tan ajustado al Partido -el PSOE- que la ha promocionado y tan feliz con la ancestral dependencia de su pueblo, del capitalismo yanito, que estremece que pueda tener alguna influencia en el juego de intereses que yace y crece en torno a la realidad de la comarca en relación con el estatus de la colonia.

En las candidaturas por Cádiz al Congreso, en las últimas elecciones generales, de los cinco partidos que obtuvieron escaño, PSOE (3), Ciudadanos (2), Podemos (2), PP (1) y Vox (1), la del PSOE estuvo encabezada por Fernando Grande- Marlaska, bilbaíno de nacimiento, crianza y formación, al que seguramente Cádiz empezó a sonarle cuando la circunscripción provincial le fue asignada. El tercero de la lista y último en acceder al Congreso por el PSOE fue el osunense Juan Carlos Campo Moreno, hoy pareja de la presidente del Congreso, Meritxell Batet. En todos los demás casos, el cabeza de lista era gaditano o asimilado, de nacimiento o de intereses. Todo lo cual marca la diferencia entre lo que es servir a Cádiz o y lo que es servirse de Cádiz.

Araujo era el primer nombre del PSOE que tenía que ver con la comarca y estaba en cuarto lugar. De la sintomática que rodea a la personalidad pública de Araujo, se extrae que el PSOE es su oráculo vital, el lugar donde viven sus dioses. Más allá, el vacío, la nada. Las siglas del Partido orlado de un corazoncito sobre fondo rojo lo presiden todo alrededor de su imagen. Y también la roca, señalando el fin del camino. Dicen las lenguas de doble filo que el rumor de que Grande-Marlaska renuncia a su escaño y, por lo tanto, le da paso, tiene dos motivaciones, aumentar la insuficiente presencia de gente del PSOE en el Congreso y dar proximidad al poder a una muy querida amiga del chief Picardo. De esto último, acaso sean los estresados activos de la quinta columna los motivadores.

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