Crónica Personal

El partido de lo que venga

Por muchos esfuerzos que haga Villacís para poner a Ciudadanos a punto, es difícil conseguirlo con tantas deserciones

Ciudadanos va de capa caída y no es una opinión, sino un diagnóstico. Los sondeos le dan unánimemente por desaparecido, no hay día sin deserciones y un equipo comandado por la teniente alcalde madrileña Begoña Villacís y el diputado Guillermo Díaz trabajan intensamete para preparar cambios profundos en el partido. Una operación que más o menos han vivido la mayoría de los partidos, y que habitualmente se llama refundación.

A Inés Arrimadas, que probablemente nunca tuvo como objetivo presidir Ciudadanos, pero se vio obligada por la renuncia de Albert Rivera a seguir en política, se la ve desbordada por los acontecimientos y las críticas de dirigentes siempre dispuestos a criticar y no a pelear por sacar adelante el proyecto. No ha decidido si aspirará a la reelección en el congreso que se celebrará en pocos meses; Edmund Bal ya ha anunciado que vuelve a la abogacía del Estado; Begoña Villacís por su parte intenta mantener el pabellón alto. Apenas quedan más nombres con proyección nacional que estén dispuestos a seguir apostando por la continuidad de Cs.

Nadie discute que Cs es un partido liberal al estilo de los que existen la mayoría de los países europeos, pero ha caído en un cúmulo de errores. Su principal figura, Albert Rivera, no dio la talla. Se le hace responsable de no haber impedido la desastrosa coalición entre PSOE y Podemos. Cuando Arrimadas se hizo cargo del partido la desbandada era un hecho y el desánimo generalizado.

La situación es mala tirando a pésima. Por la propia historia del partido, y también porque el peor Gobierno de España ha provocado un movimiento generalizado empeñado en expulsar a Pedro Sánchez de Moncloa. Y, con un mínimo sentido común aplicado a la política, solo hay una persona, Núñez Feijóo, que hoy puede poner punto final a la presidencia de Pedro Sánchez.

En Andalucía, la mayoría de los votantes de Ciudadanos respaldaron a Juanma Moreno, como ocurrió con un número destacado de votantes de Vox. También recibió votos del PSOE, y es previsible que todo esto ocurra en las generales.

Es decir, que por muchos esfuerzos que haga Villacís para poner a Ciudadanos a punto, es difícil conseguirlo cuando el abandono de figuras es constante y, lo más grave para los liberales, gran parte de sus seguidores están decididos a sumarse al voto útil. El voto que acabaría con la pesadilla del sanchismo a través de Núñez Feijóo.

Encomiable el esfuerzo de Villacís … pero es difícil que logre la supervivencia de Ciudadanos.

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