La mentira como estrategia

Cada palabra se emite con percusión controlada y la mentira va invadiendo las mentes

La cantidad de libertad del individuo es directamente proporcional a su inteligencia y, aún más, a su formación. Son tantos los factores colaterales que influyen en la decisión que cada uno toma, que es imposible ponderar la calidad de su elección. Esto permite validar la democracia como el mejor de los sistemas, por más que sus lagunas y sus sombras sean grandes y oscuras. No digo el menos malo porque decirlo es una boutade. La aplicación del principio de igualdad entre desiguales, tiene muchos inconvenientes, porque sin que cada elector tenga la información que le permita discernir y la capacidad para hacerlo con conocimiento de causa, la elección no puede gozar de buena salud. Tenemos un formidable ejemplo reciente, el Brexit: en un Estado pulcramente democrático y experimentado en la práctica de la viabilidad de las teorías, ha salido airoso el disparate.

Podríamos incluso recurrir a la tragedia para ejemplarizar las tenebrosas sombras del sistema. Recordando que los nazis llegaron al poder a través de unas elecciones democráticas. Apenas cumplidos los "felices" años veinte, lo alcanzó en la laboriosa Alemania, el Partido nazi, o sea el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (deténganse un instante en el nombre), sucesor del Partido Obrero Alemán (1919/20). Del 3% de los votos en 1924, alcanzó el 33% en 1932, convirtiendo a un personaje de origen austriaco, Adolf Hitler, en canciller y, después, en Führer de Alemania, hasta su muerte en Berlín, el día 30 de abril de 1945. A poco podrán celebrarse las bodas de platino de aquel acontecimiento.

Lo que me mueve el recordar estas desgracias, es el estado de cosas ante unas elecciones que pudieran cambiar con brusquedad el rumbo de nuestra historia. Porque todos los partidos, sin excepción, recurren a infinidad de argucias diseñadas por sus gurús de la comunicación, de la estrategia y del comportamiento. Cada palabra se emite con percusión controlada y la mentira va invadiendo las mentes de los que tienen pocos recursos para defenderse de las oligarquías de los partidos y de sus cómplices en medios y foros. Las encuestas falsas -lo son prácticamente todas- son algunos de los sonidos más eficientes de entre los que emiten los sutiles instrumentos de esas orquestas. Reflexión y asesoramiento de aquellos en los que se confía, es algo de lo que puede hacer cada uno para evitar la manipulación de su voluntad.

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