Esta manía moderna tan impúdica de publicar escenas domésticas en las redes le ha jugado una mala pasada al director general de la Agencia Pública Andaluza de Educación. Resulta que su pareja, una joven youtuber, lanzó el jueves un vídeo tomando posesión del despacho de "la agencia de su Manuel", empeñada en redecorarlo. El consejero Imbroda le ha quitado importancia a la frivolidad. Lo califica como un acto infantil. Pero esta es la liga profesional, consejero.

Ignoro si esta agencia tiene utilidad, pero en la amplísima estancia que ocupa el youtuber consorte caben un tresillo para las visitas, una mesa de ocho plazas para reuniones de staff, una gran mesa de trabajo con otra auxiliar para el ordenador, un par de armarios, una televisión... La joven irrumpe en el despacho y anima a su cónyuge, que se muestra un poco soso: "Cariño, di hola". En fin, quería remodelar ese despacho, de la misma manera que Pedro Sánchez lo primero que hizo en La Moncloa fue cambiar el colchón de Rajoy a la cama presidencial.

Ese "cariño" y ese descaro recuerdan la tensa situación que se vivió en el debate de las primarias del PSOE, en el que Susana Díaz le dijo a Sánchez: "Mientes, cariño… tu problema Pedro no soy yo, eres tú". Y de mentir es de lo que acusó el 13 de mayo Pablo Echenique a una colega de El Independiente, cuando publicó que lo iban a destituir como secretario de Organización de Podemos. El aludido, fuera de sí, publicó un tuit muy agresivo: aquello era fake news, un invento de las cloacas y la periodista se había tomado cuatro cubatas… ¡Cuánto daño ha hecho Donald Trump! La redactora se ha vengado ahora preguntando al defenestrado en twitter cuántos eran los cubatas…

Y si Echenique ataca con furor ciego, lo mismo hace la ultranacionalista catalana Laura Borrás, que ha ido a ver al Rey en representación de la galaxia Puigdemont, eso que antes fue un partido con sentido de Estado, Convergencia, y que tras la disolución de CiU ha pasado por diferentes marcas o franquicias: Democracia y Libertad, Junts pel si, Junts per Catalunya, Crida… La Borrás fue a decirle a Felipe VI que los catalanes no tienen rey. Ninguno de ellos tiene rey, que ella lo sabe, porque en los ultranacionalismos son así de excluyentes y exclusivos. Para semejante heroicidad, la delegada del napoleón de Waterloo fue la única de cuantos diputados visitaron al Rey que una vez saludado en la puerta, hizo una paradinha y continuó con el apretón de manos posando expresamente para los fotógrafos. Hay mucho infantil jugando la liga profesional, sin pudor. Y les dejan.