JUSTO Sansalvador Cortés, un importante músico y compositor nacido en 1900 en Concentaina (Alicante), recaló, tras varios destinos, en Algeciras para ejercer de director en la banda de música militar. El destino hizo que conociera a una algecireña y que compartiera con ella un proyecto de futuro juntos: una familia y una forma de vida en la Bella Bahía. No obstante, sus importantes trabajos de investigación sobre la música tradicional valenciana y los amplios trabajos de recuperación de canciones populares de su tierra hacen de este algecireño de corazón un músico de referencia en la recuperación del patrimonio musical valenciano.

Su corazón y afecto a Algeciras hoy sigue estando latente. Gracias a la generosidad de su familia, su hijo Justo Sansalvador, el patrimonio de investigación y sus obras han sido cedidos al Departamento de Recuperación del Patrimonio Musical del Cubo de la Música de Algeciras. Toda una muestra del cariño que sigue teniendo a la que acabó siendo su ciudad, dejando su legado en esta Bahía. La importancia de ceder este significativo material para su estudio ha conseguido que Algeciras, que lo acogió como un algecireño más, sea la ciudad con el mayor legado y patrimonio musical sobre este compositor y sobre la música tradicional valenciana. Es de agradecer que, tras este gesto, la persona y sus obras sigan vivas y presentes para todos los que amamos la música. Y, como dijo Justo Sansalvador hijo, “en mi casa solo lo disfruto yo; en el Cubo de la Música valorarán su trabajo y disfrutarán todos los ciudadanos de su patrimonio”.

La generosidad de compartir objetos personales nos acerca a su figura; los importantes documentos de investigación nos aportan información sobre la cultura de un pueblo y nos ayuda a que el proyecto de crear un centro documental de partituras en Algeciras se consolide con este importante legado. Su gesto anima a otras familias a aportar patrimonio musical que tienen en su poder; no será grande en valor económico, pero sí sentimental y esencial para la investigación musical. Su legado estará vivo, porque esa música que en vida compuso y dirigió volverá a sonar como salida de su propia voz y de su corazón, y nos hablará nuevamente para contarnos su historia, que nos emocionará en el presente y en el futuro.

Gracias a la familia, a su hijo don Justo y a sus sobrinos por esta donación que comparte con todos los ciudadanos y hace más grande el patrimonio musical en Algeciras. La generosidad de Justo Sansalvador Cortés, representada en sus familiares, hoy está tan intacta como cuando estaba entre nosotros. Gracias, don Justo, su música seguirá sonando.

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