La izquierda tonta

Que Iglesias diga sentirse avergonzado por el desastre inicial de la coalición es una queja que da vergüenza

Una candidata que me pide tranquilidad y voto, garantizándome que me representará un grupo parlamentario... en la oposición: no merece mi voto. ¿A qué aspira? Eso no es realismo, es derrota. Y que no me hablen de pragmática, eso es una repentización mental que revela lo que se lleva dentro, si no torpeza (peor).

Que Pablo Iglesias diga sentirse avergonzando por el desastre inicial de la coalición de izquierdas en Andalucía es una queja que da vergüenza, porque Iglesias es el juampalomo de todo esto: él lo montó y él lo destruyó, el 15M es una impronta que marcará de alguna manera la historia social de este país, de Europa; la canalización política del mismo, capitaneada por Frankenstein, es un modelo para analizar cómo los poderes financiero y tradicionalista reaccionan ante lo que consideran un peligro, pero también un fracaso absoluto de estos creadores de monstruos teóricos para defraudar a la gente que los dota de autoridad esperanzada. Ay, Yolanda Díaz, rodeada de caballos troyeros, mediocridades elevadas y teóricos del castrismo... ¡Huye!

Nuestra izquierdita cobarde trabajará y se enfrentará a las fuerzas del mal, no lo dudo, pero a mí disfrazada de andaluza, de feria en feria o con el morrillo desbaratado por una tonelada de paso penitente con mujer virgen en lo alto, adquiriendo los malos hábitos de las estrategias de partido de toda la vida, esa pelea de ponme a mí y quítate tú: me estomaga, me cabrea y me hace sentir defraudado y sin esa esperanza confiada en unas elecciones al borde del "¡Heeeeeeeeeeeeeey Macarena!".

No queríamos egos, pues dos tazas; no queríamos populacheo chabacano, tres tazas; no queríamos estructuras cerradas desde arriba, cuatro tazas; no queríamos burocratización y profesionalización en los cargos, treinta dos tazas...

Querida Andalucía del botellín, la gomina, del traje ¿se puede decir de gitana?, querida Andalucía del cuarto de millón de niños en riesgo de exclusión social sin beca de comedor, querida Andalucía del turismo servil y ridiculizante, querida Andalucía sin transportes públicos populares, querida Andalucía de los señoritos y las señoritas y las señoras, querida derecha tradicionalista a punto de ser de las JONS... ¡comed!, ¡saciaos!, perdamos toda esperanza, para ustedes entera.

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