El Algeciras CF cosechó el pasado domingo su primera derrota en el Nuevo Mirador, una derrota dolorosa por tres goles ante un rival de los llamados de nuestra liga. Después de las buenas sensaciones que había dejado el equipo a pesar de llevar varias semanas sin conocer la victoria, se antojaba necesario sumar los tres puntos para seguir con esas buenas sensaciones y para verse en una zona tranquila de la clasificación.

Los albirrojos salieron con su filosofía de juego, siendo protagonistas del juego, monopolizando el balón y creando algunas ocasiones claras de gol ante un rival que se atrincheró en su área. El Talavera llegaba con muchas dudas y vino a aprovechar alguna de las pocas oportunidades que se le podían presentar.

A pesar de tener el control del partido con su fútbol habitual, el Algeciras CF, ya sea por la necesidad de conseguir la victoria unido al planteamiento del equipo rival atrincherado atrás, no tenía su día. Aún así dispuso de varias ocasiones de gol e incluso anotó un tanto -todavía no sabemos por qué pitó falta de Antonio Sánchez-, y de haberse concretado alguna, el rumbo del partido hubiera sido totalmente distinto.

Pero la primera que tuvo el Talavera la aprovechó y el Algeciras fue incapaz de reaccionar. El público esperaba el arreón de los últimos minutos mágicos del Nuevo Mirador, pero esta vez no llegó. Los que sí llegaron fueron dos goles más de ellos y una conclusión: el balón parado en el fútbol hoy en día es muy importante y este equipo se está desangrando en esa faceta.

El Algeciras tiene un problema. En el fútbol cuando perdonas al final lo pagas. Pero no hay por qué estar preocupados, este equipo es el mismo que nos ha hecho disfrutar estas primeras jornadas y solo hay que estar ocupados en solucionar los problemas tan señalados que ha venido mostrando.