EN La Línea es visible desde hace unos días que la ciudad se prepara para vivir su fiesta grande. Las terrazas están llenas, muchas tiendas lucen trajes y adornos para vestir de flamenca y los farolillos ya cuelgan de la céntrica calle Real. En la gente también es apreciable una chispa especial. En un año difícil como el que vivimos, la Feria se presenta como una vía de escape y una oportunidad para dejar atrás los problemas por unos días e intentar divertirnos con amigos y familiares. Aunque la mayoría tengamos que hacer números y cortarnos un poco a la hora de gastar, todos tenemos derecho a unos días de diversión, nos guste más o menos la Feria y la vivamos con mayor o menor intensidad. Aquellos afortunados que disfruten los próximos días de vacaciones seguro que los aprovechan y quienes trabajamos procuraremos compaginar nuestras responsabilidades laborales con la diversión. En cualquier caso, feliz Feria a todos.