Cuando aún nos reponíamos de las detenciones, ceses y dimisiones del caso de los ERE y sus 700 millones de euros defraudados, el Ministerio del Interior, vía Udef, filtró que investigaba otra trama en Andalucía, mucho mayor, descomunal, 2.000 millones de euros sisados en cursos de formación. Un director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, se paseaba por la Semana Santa de Málaga con Juanma Moreno, a quien Interior iba a ponerle otra alfombra roja para hacerse con San Telmo. Fue en abril de 2014, se llamó operación Edu y tuvo más secuelas que Cuéntame; en febrero de 2015, en un solo día, se detuvieron a 90 personas. Hubo cargos, que ya no lo eran, a los que detuvieron en dos ocasiones. Finalmente, la juez Núñez de Bolaños acaba de redactar un auto en el que niega que existiese trama, red clientelar o cualquier otro tipo de denominación con la que Interior nos intoxicó aquellos días de abril. Ha habido fraude disperso y algunos casos de enchufismo, pero no la gran trama destinada a cargarse al tercer (a) presidente de la Junta. Caídos Chaves y Griñán, Susana Díaz era el objetivo. Núñez Bolaños tuvo el acierto en su día de archivar la causa política de los cursos de formación, porque así se va a evitar el bochorno instructivo que estamos viendo en el juicio homólogo de los ERE: una jerigonza judicial.

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