Cambio de sentido

Como te digo una cosa...

Quien, en estos tiempos, no se haya sorprendido a sí mismo en una incongruencia, que tire la primera piedra

Lanueva normalidad yo la llevo reguleras. Es, estrictamente, cansina. No porque haya que usar mascarilla, ¡que todo fuera eso! Lo que provoca extenuación es el goteo incesante de incoherencias. La nueva Realidad -ay, Hegel de mis entrepaños- tiene poco de racional y eso, en cada circunstancia y en cada cual, se espejea y manifiesta en forma de disonancias cognitivas del tamaño de Chicago: lo mismo nos miden la distancia con vara larga en un acto, que se nos permite que nos arrebujemos como las cabras por los pasillos del Ikea y hay que andar regañando, "Señora, pordiós, guárdeme el aire", con la fatiga que me dan esas cosas. Mi hermana y yo no nos abrazamos, pero nos pasamos el bebé todo el rato. "Revisor, en este vagón va una persona con la nariz fuera de la mascarilla", denuncia quien, ya en el andén, le lía un cigarro a una amiga. A la puerta del restaurante nos saludamos haciendo el mudra namasté y, en cuanto nos sentamos, nos olvidamos de la distancia y la mascarilla. El otro día me encontré con un querido amigo, que se vino para mí con los brazos de par en par, y yo ya no sabía qué hacer, ¡ay!, si abrazarle o parar en seco. En el medio ya no está la virtud, sino el ridículo: me puse de costado y me dejé abrazar. Pa vernos. Quien no se haya pillado en estos tiempos en una incongruencia, que tire la primera piedra.

Pues así es todo: el Reino Unido computa 123 muertos por coronavirus el día antes de imponer la cuarentena a quien llegue de España -en nuestro país hubo 10 decesos en esa semana-. Visto desde este lado, ¿es razonable que España deje entrar a los británicos? Hay quienes acusan al Gobierno de las muertes mientras se niegan a llevar mascarilla, y quienes sostienen a la vez que el coronavirus no existe pero que se expande con el 5G. Si lo único seguro, según leo, es veranear con convivientes y yo vivo sola, ¿qué hago, Paco?, ¿me mato? Nos recomiendan toser en el codo y eso es imposible -yo sólo me llego a la sangradura-. En la Sexta, una periodista nos informa de cómo mantener ahora relaciones sexuales. No puede ser con alguien nuevo -¿acaso los viejos conocidos contagian menos?-, y es mejor sin besos y con mascarilla. (Consumar así no hay quien consume, pero al menos te echas unas risas). Combinar la responsabilidad individual y colectiva con seguir viviendo como se pueda no es cosa fácil. En la medida de lo posible mantengamos la sensatez, la atención, la empatía, los cuidados y el compás.

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