El paso de miles de vehículos que forman colas kilométricas, peatones caminando por el arcén y la existencia de peligrosas incorporaciones a la calzada debido a su escasa visibilidad convierten cada verano el tramo de la N-340 entre Algeciras y Vejer en una de las zonas más inquietantes para la circulación. La muerte el pasado viernes de una mujer a consecuencia del choque frontal de dos coches ha puesto de relieve la necesidad de que el Gobierno afronte sin dilaciones su desdoble para convertirla en autovía.
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