Es por lo que dejan de ver

Este año la prestigiosa agenda taurina de Editorial Temple estuvo dedicada a Algeciras

Cuenta el maestro Curro Romero, que después de una de sus malas tardes en la Maestranza se fue a estar con su amigo Juan Lara (1922-1995), el pintor de la feria de El Puerto. Una decena de años mayor que él, Juan era para el maestro el interlocutor con el que compartir silencios y cuitas. Su pintura está llena de Andalucía, de imágenes intimistas y de escenas taurinas. Estar en su estudio portuense sería para Curro mantenerse en su ambiente natural. Camas, donde nació, es casi Sevilla, casi Triana. En aquella ocasión, el torero llegaba a ver a su amigo, preocupado por el maltrato que recibía del público: "me tiran de todo, Juan, almohadillas, papeles…me tratan como si yo fuera un muñeco de feria". "No te agreden, te riñen por lo que dejan de ver" le dijo el artista. Al maestro le gustaba contarlo, entendía que, como así es, la frase estaba llena de belleza.

La temporada taurina está en su tiempo más vivo y nuestras ferias no se entenderían sin el toro bravo; de hecho, es el protagonista de las fiestas en toda España. Yo, como abonado de Las Ventas, veo al año cerca de medio centenar de corridas, añadiendo las pocas a las que acudo fuera de la capital y las que veo en televisión. Llevo desde niño viendo toros y estoy de acuerdo con el dicho popular de que de toros no saben ni las vacas. En Madrid o en Sevilla, que es, con Algeciras o San Roque, donde más voy a la plaza, no creo que me falte ni altura ni posición en los que estar en los tendidos. Algeciras es una de las ciudades importantes de la Tauromaquia; las grandes figuras y las ganaderías más acreditadas han pasado por sus plazas y si ahora nos quejamos con razón de la desaceleración de la Fiesta, no debemos achacarla sino al devenir de nuestras sociedades. El domingo, Las Palomas ni siquiera alcanzó la media entrada. La plaza es grande, pero la causa de ese y de otros vacíos es el toro manso, sin casta, y la nula publicidad y escasa difusión mediática de este espectáculo definitivamente único.

Para el año 2019, la prestigiosa agenda taurina de Temple, ha dedicado su edición a Algeciras. La generosidad del editor, Vidal Pérez Herrero, y la colaboración desinteresada de unos cuantos paisanos han hecho posible que nuestra ciudad llegue a muchos reductos taurómacos de todo el mundo. Pero, a pesar de los cincuenta años de Las Palomas, ni la empresa concesionaria de la plaza ni la alcaldía le han prestado la atención que merecía.

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