LO mejor de las elecciones es que los políticos nos dejan en paz para poder hablar de lo que interesa, cosas como la crisis del Algeciras y el nuevo novio de Ana Obregón. El viejo ejercicio de culpar al ciudadano (y, sobre todo, al periodista) de todo lo malo que ocurre (y de lo que por supuesto no tienen ninguna, pero ninguna, responsabilidad) queda entre ellos. En la comarca hay políticos que se pasan los años señalando al periódico como vocero de la mala imagen de algunas ciudades (ya saben, pertenecemos a una especie de contubernio judeo-masónico que intenta destruir las poblaciones, cual Godzilla) hasta que llega la campaña, la pre-campaña o la pre-pre-campaña y entonces cambian de enemigo y miran al partido contrario. Lo que no sé es cómo se ven con los ojos empapados de chapapote. Por cierto, Telecinco no va a emitir los debates electorales. Me parece un acierto. Como pongan una buen partido del Madrid o del Barça arrasan.