¿Más 'cornás' da el hambre?

El virus pasará pero la embestida ha venido por parte del Gobierno central y su desprecio por la Fiesta

El sector del toro ha sido uno de los más perjudicados por la pandemia; pero esta gente que se pone delante de Miuras de 600 kilos, siempre ha sabido lidiar con los malos tiempos a lo largo de la historia. El hambre y la penuria superados a base de valor y arrojo. Relatos que lo atestiguan tenemos a cientos en el Cossio.

El virus pasará, pero la embestida traicionera ha venido del Gobierno Central y su desprecio a la Fiesta en estos momentos delicados, para satisfacción de los que la politizan y atacan. Pretenden destruir la España que es, por ideología o por nacionalismo, y la extinción de la tauromaquia es una batalla más. Les será difícil porque no saben apuntillar y el toro se les levantará.

Las ganaderías son ejemplo del maltrato. Sin ayudas y ante la ausencia de festejos, han tenido que sacrificar gran parte de sus cabañas sin poder recuperar el cuantioso gasto que supone la crianza del toro de lidia. Era o eso, o que los animales sufrieran de inanición ante la inexistencia de ventas ni subvenciones para los ganaderos. Parece que a la antitauriuna Dirección General de Derechos Animales, con media sonrisa, la muerte masiva de los astados en el matadero no le molesta tanto como la que se da en los ruedos.

No les importa el animal, sino la Fiesta y lo que representa. Y tampoco parecen importarles los millones de euros que genera para la economía nacional el mundo del toro. Por supuesto desconocen que existen miles de personas de la España rural, empleadas en fincas del ganado bravo.

Otro ejemplo los son los profesionales del sector, que tarde y mal han podido acogerse a los mecanismos de auxilio de los ERTES u otras ayudas. Nadie se quedaría atrás, dijo el presidente, pero cobardón, no salió del burladero a hacerles quite alguno a estos trabajadores. El titular de la Dirección General, calificó el trabajo de banderilleros y picadores de poco ético, porque supongo que discriminarlos respecto al resto de trabajadores o condenarlos al hambre, si que lo es. Puro progresismo.

Por no hablar de la demonización del aficionado y la moda de asimilarlos a personas sanguinarias o sin corazón.

Pero en mitad de tantas adversidades, se empiezan a dar momentos de esperanza como el del sábado en la Plaza de Toros de Las Palomas con un no hay billetes covid, y donde el limeño Roca Rey indultó a Cautivo y a la Fiesta, saliendo ambos por la Puerta Grande con una afición entregada. Arte, valor, emoción y reivindicación unidas, y que vengan muchas tardes más como esta. Así, les va a ser difícil doblegar a gente con tanta casta.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios