No sé porqué la llamarán Nochebuena. Será buena para ellos porque para mí, es una noche jodida. Disfrutan iluminando las calles con bombillas de colores. ¿Quien puede dormir bien al raso, con todas esas luces pegándote en la cara?. Ahí van apresurándose con los chiquillos y cargados con bolsas y paquetes de regalo. Pensándolo bien, hoy he tenido un regalo yo también. Haciendo la ronda por los contenedores de basura, he encontrado algo que me viene muy bien para el frío, unos cartones grandes de los que envuelven los frigoríficos. No hay nada mejor que los cartones, para dormir calentito. Yo es que le haría un monumento, al que inventó el cartón. Además, es gratis. Cuando de joven, tenía la moto, ya no me acuerdo si era una Derbi o una Bultaco, siempre en invierno, me metía un cartón debajo del jersey y tira millas. Pero: ¿por qué piensas en el pasado?. Sabes que no te sienta bien. No pienses y ya está. La cena en el Comedor, hoy ha estado muy buena. No me explico como esas personas, se vuelcan con nosotros, pudiendo estar con gente más agradable que unos cuantos balas perdidas. Nos hemos puesto como el quico y encima nos han dado turrón y polvorones para que nos los lleváramos. Son buena gente. No sé si algún día irán al cielo, si es que lo hacen por eso. Me da igual, lo importante es que lo hacen. Hay una señora muy buena que siempre me está dando el coñazo, para que me vaya a dormir al Albergue. Dice que allí estaré más calentito y más seguro. Lo de la seguridad lo dice porque no conoce de verdad, a mis colegas. Cómo va a comprender que la única forma en que soporto la vida, después de lo que me pasó, es viviendo como un lobo solitario, sin compromiso con nadie y sin techo. Algo bueno va a tener esta noche. En un descuido durante la cena, he sacado a mi compañera la cantimplora, la llamo así aunque sólo sea una botella pequeña de Font Vella vacía y me la he llenado a medias, de vino dulce y anís. Esta "barrechita", me trae a la memoria las que me tomaba después del desayuno en el bar, antes de ir a trabajar en la compañía de seguros, cuando vivía en Barcelona. ¿Otra vez, recordando?. ¿Estás tonto o qué?. La noches está serena y hace frío. Las ventanas de los bloques están todas encendidas. Ya estarán cenando y fingiendo que son felices por una noche. Luego saldrán los niñatos con los petardos y habrá que andar con cuidado por si a algún grupito le da por liarla conmigo. No sé el tiempo que ha pasado, ni el que me quedará. En mi vida, lo único fijo es la estrella que me vigila, todas las noches. Ya está ahí. ¡Buenas noches, estrellita!. Hasta mañana.

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