PARECE mentira pero ayer me dí cuenta de que hace la friolera de once años que estuve trabajando con un becario llamado José Manuel Laza que hoy es nuestro periodista taurino. Y fue ayer cuando lo recordé porque, debido a motivos laborales, volví a coincidir con él en la redacción. El paso del tiempo no ha causado estragos en él que sí reconozco en mí. Continúa con el mismo desparpajo, sentido del humor y, como cariñosamente le suelo decir, afán de medrar. Y es que conozco a pocos redactores que caigan y consigan llevarse bien con todos sus superiores. Laza es uno de esos pocos "elegidos". Ayer recordamos aquella novatada que le gastamos durante su periodo de prácticas en La Línea cuando le colocamos una gran L de novato en la espalda y lo enviamos al Círculo Mercantil a cubrir las jornadas taurinas. Han pasado once años pero Laza me sigue pareciendo aquel simpático becario aunque hoy sea mi compañero.