¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

La batalla por Andalucía

El asalto de los 'pedristas' se realizará poco a poco y probablemente comenzará con los congresos provinciales

Susana Díaz recibió el pasado sábado la primera buena noticia en mucho tiempo: nadie le disputará, por ahora, su virreinato andaluz. La líder socialista, que aún cura las heridas de su derrota en las primarias, es la única que ha reunido los avales para ser elegida secretaria general del PSOE-A durante el próximo congreso regional, que se celebrará el último fin de semana del presente. ¿Hay un pacto de no agresión con Pedro Sánchez? Nada de eso, el odio brilla cada vez más en los filos de las espadas. Sencillamente, a los pedristas no le ha dado tiempo de reclutar y armar a su facción. Pero habrá tiros, claro que sí. El asalto se realizará poco a poco, por fases, y probablemente comenzará con los congresos provinciales, entre septiembre y octubre. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, el hombre de Sánchez en Andalucía, aprovechará estos días del recién comenzado estío para repasar viejos tratados de poliorcética, el arte de atacar y defender plazas fuertes. Un castillo en lo alto de un cerro -como bien sabían los antiguos estrategas-no cae en una batalla campal, sino lentamente, tras largos y fatigosos trabajos de ingeniería, de jornadas de sitio y tedio, de negociaciones, de pequeños combates que van preparando el asalto final.

Pedro Sánchez sueña con su particular Navas de Tolosa, la batalla que le abra de par en par las puertas del fértil Valle del Guadalquivir, pero no va a ser fácil. Con seguridad, comenzará por el asalto a aquellas provincias que en las primarias le fueron más proclives: Cádiz, Málaga, Granada y Almería. Pero de poco servirán estas plazas si la susanista Sevilla, una de las provincias con más peso histórico en el socialismo español, permanece invicta. Un triunfo sin Sevilla siempre será precario.

Para la toma de la provincia natal de Felipe González , Sánchez cuenta con un aliado de peso, el alcalde perpetuo de Dos Hermanas, Francisco Toscano, uno de los pocos dinosaurios del PSOE que se negaron a apoyar a Susana. No en vano, la localidad nazarena fue el escenario escogido por Pedro para su resurrección el pasado enero, cuando anunció su decisión de presentarse a las primarias en un acto cuyo éxito cogió a todos por sorpresa. En ese momento todo el mundo lo consideraba un cadáver político, un juguete roto. Después de Dos Hermanas todo fue diferente.

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