Los niños de mi generación jugábamos al fútbol en la calle. Improvisábamos el terreno de juego, delimitábamos las porterías con piedras y utilizábamos como pelota cualquier objeto cuya forma se asemejara a la esfericidad. Los capitanes elegían a los jugadores alternativamente y el problema siempre surgía a la hora de decidir quién jugaría de portero. A nadie le apetecía, era una posición devaluada y por lo general era el más patoso, el más gordo o el menos espabilado el que terminaba situándose "bajo los palos". En caso de insalvable discrepancia recurríamos al clásico sistema de: "un gol cada uno" donde todos íbamos rotando en la portería en función de los goles que nos iba marcando el equipo contrario.

Todo esto cambió con Lev Yashin, el futbolista ruso que aparece en el poster promocional del recién iniciado Mundial de fútbol de Rusia 2018. En un tiempo en el que primaba el fútbol ofensivo de abultados marcadores (los equipos contaban solo con tres defensas frente a cinco delanteros), Yashin reivindicó el puesto de portero como el de un especialista capaz de ganar partidos… evitando que se perdieran. Su figura impresionaba en medio de la portería, alto y enjuto. Le apodaban la arañanegra, en parte porque su equipación era siempre de oscura y en parte porque parecía que sus brazos se multiplicasen (cuán las patas de esos inquietantes artrópodos) a la hora de atajar balones. Fue el primer guardameta en utilizar guantes y el gran innovador del rol del portero. Se manejaba bien con los pies ejerciendo a menudo de líbero de su defensa. Extendió su influencia hasta el borde del área grande y fue de los primeros en iniciar el juego con la mano efectuando precisos pases que facilitaban las maniobras de contrataque. Bajo los palos exhibía unos reflejos felinos, era muy seguro en los balones por alto y extremadamente valiente en la disputa de la pelota con los delanteros, siendo legendarias sus estiradas en plancha a los pies de los atacantes contrarios. Toda su carrera deportiva la desarrolló en el Dynamo de Moscú y participó con su selección en cuatro mundiales. Ganó la primera Eurocopa que se disputó en 1960 (aquella de la que España fue eliminada porque Franco prohibió que la selección viajara a Moscú para enfrentarse a los rusos en los cuartos de final) y ha sido el único portero galardonado con el Balón de Oro en 1963. Le vimos por primera vez en el NODO (las televisiones eran entonces un lujo al alcance de pocos) en la final de la Eurocopa de 1964 que jugaron Rusia y España en el Bernabéu. Ganamos 2-1 con gol de cabeza de Marcelino (el 9 de los míticos cincomagníficos del Zaragoza) en el minuto 84. Esa jugada fue la excepción a la regla de su fiabilidad: Yashin… ¡hizo la estatua!

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