Termina 2020 y casi todo el mundo está de acuerdo que posiblemente ha sido uno de los peores años de la historia reciente. La pandemia ha traído un número de fallecimientos insoportable y ha golpeado con dureza todos los rangos de edad. La crisis ha destruido un número intolerable de puestos de trabajo y debilitado las estructuras económicas globales. Sin embargo, en la oscuridad del año que acaba se anuncian luces que debemos reconocer como circunstancias positivas de gran calado que alumbran pasos esperanzadores que debemos reconocer. Quisiera detenerme en tres:

1.- El avance espectacular de la investigación científica. Si se ha dicho que la ciencia es el futuro, las investigaciones científicas en torno a la vacuna contra el coronavirus han transformado el presente. En un tiempo sorprendentemente breve, debido a los avances existentes previamente, como al relativo a las posibilidades de desarrollo de inmunización a través de ARN mensajero, se han desarrollado, aprobado y comercializado varios modelos de vacunas. No solo estamos preparados para intentar vencer a la pandemia, sino que se nos muestra el camino para luchar contras las futuras pandemias que vendrán, sin duda, ante la alarmante destrucción de los equilibrios ecológicos. El año 2020 podrá ser recordado como el año que la ciencia sorprendió al mundo y recordó la necesidad de las sociedades en invertir y cuidar a sus comunidades científicas.

2.- La consolidación de la UE como comunidad de integración basada en la solidaridad y en el Estado de Derecho. La pandemia situó en los primeros meses de la pandemia a la UE en una posición extraordinariamente delicada que afectaba a su propia supervivencia. No obstante, su capacidad de resistir y poner en marcha el Fondo de Recuperación es de una importancia histórica, como lo es la comunitarización de la deuda, algo impensable hace nada. Igualmente, la UE ha salido airosa del desafío de los regímenes iliberales de Hungría y Polonia que no han conseguido abortar el mecanismo de defensa del estado de derecho. Por otra parte, la UE ha soportado razonablemente bien el embate del Brexit, respondiendo de manera ordenada y solidaria a las trampas negociadoras de Boris Johnson. Finalmente, ha actuado de manera eficaz y coordinada en la aprobación, adquisición y distribución de vacunas.

3.- Finalmente el año 2020 ha conocido la derrota de Trump en las presidenciales de Estados Unidos. Es cierto que el trumpismo en sus múltiples versiones está lejos de ser enterrado, pero el resultado electoral en Estados Unidos nos muestra la fortaleza de la democracia y la decencia frente a sus muchos desafíos