Algeciras

José Ignacio Landaluce

Alcalde de Algeciras

Seguir con la ilusión por bandera

Algeciras no necesita de fórmulas magistrales para seguir creciendo, tan solo de esfuerzo, compromiso, dedicación, entrega y trabajo serio, aderezado con ilusión

José Ignacio Landaluce, en su despacho.

José Ignacio Landaluce, en su despacho. / Nacho Marín

Hace dos años, el 15 de junio de 2019, tuve el grandísimo honor de poder jurar, por tercera vez consecutiva, el cargo de alcalde de Algeciras. Haber obtenido la confianza de los algecireños de manera ininterrumpida desde mayo de 2011 ha supuesto ser uno de los motores que más me ha movido en casi cuatro décadas de dedicación intensa al servicio a los demás a través de la política.

Y ahora, cuando llegamos al ecuador de este tercer mandato, uno se mira al espejo y se ve reflejado con más años, porque el paso del tiempo no perdona ni a nadie, ni a nada, pero esa imagen que devuelve el cristal de azogue cuenta con un plus de ilusión y entrega que lejos de desgastarse, se va regenerando y crece cada día que pasa.

Porque Algeciras, estas nueve letras que unidas forman una tierra maravillosa, repleta de gente magnífica, que se merece lo mejor y que se ha ganado a pulso los calificativos de ciudad hospitalaria, acogedora y que hace volver a todo aquel que la conoce por primera vez, no necesita de fórmulas magistrales para continuar creciendo, sino tan solo de esfuerzo, compromiso, dedicación, entrega y trabajo serio, todo ello aderezado con esa ilusión a la que antes me refería.

A pesar de que continuamos viviendo uno de los tiempos más convulsos que nunca pudimos ni quisimos imaginar, y que la lucha contra la pandemia no está ni mucho menos vencida, por lo que seguimos teniendo muy presentes en el recuerdo a las víctimas de la Covid-19 y a sus familias, Algeciras está inmersa en un proceso de transformación que es absolutamente imparable. Prueba de ello es el proyecto que a cuatro bandas hemos emprendido para cambiar radicalmente el frente litoral, reordenando el Llano amarillo, ganándolo para los algecireños, con ese lago marítimo que va a suponer un antes y un después en la historia de nuestra tierra; con la unión de la playa de La Concha con San José Artesano; con la recuperación de la playa del Rinconcillo; con la apertura del Centro de Interpretación Paco de Lucía; con la continuidad de la reforma del Barrio de San Isidro; con los avances en el Barrio de la Caridad; con la construcción de los centros de salud en La Bajadilla y San José Artesano; con hace realidad el tan deseado y necesario Hospital Materno-Infantil; con la rehabilitación de casi 500 viviendas en La Piñera, con las inversiones en barriadas, con todo lo que suene a esta bendita tierra.

Y podemos hacerlo gracias a que el trabajo realizado está dando sus frutos, y ahora sí que otros creen en Algeciras. Lo hace la Junta de Andalucía, lo hace la Unión Europea, lo hace la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, y estamos abiertos a que creen en nosotros el resto de administraciones públicas, pero no por nosotros, sino porque los algecireños se lo merecen.

Pero todo esto, al final, son obras, construcciones, infraestructuras. Por encima de ellas, y en todo momento, han de estar las personas. Con los algecireños tengo ocasión de vivir a diario sus alegrías, que son muchas; sus penas, que también las hay, aunque no nos gusten; sus inquietudes, sus sugerencias, sus reclamaciones, las peticiones que nos hacen llegar tanto a mi como al equipo de Gobierno. A todos ellos, y al conjunto de la ciudadanía, gracias por esa confianza, y desde aquí me reafirmo en que este Ayuntamiento no deja a nadie atrás, porque somos el grupo gobernante más social de las últimas décadas, y ese honor que llevamos a gala no nos lo puede quitar nadie.

Siempre, repito, siempre, voy a estar al lado de quienes más lo necesitan, buscando fondos debajo de las piedras, si fuese necesario, para atender a los más desfavorecidos. Ese y no otro ha de ser el auténtico corazón de un gobierno, sea del color y del ámbito que sea, y el mío, en este sentido, quiero que siga latiendo con fuerza.

Se que para hacer balance es necesario mirar atrás, pero prefiero fijar la vista hacia adelante, hacia los grandes retos que se nos presentan, pero está claro que ni yo ni nadie puede conseguir alcanzar esas metas en solitario. Soy persona que intenta aplicar al máximo la frase que reza “si quieres ir rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos ve acompañado”, y por ello es momento también de agradecer el esfuerzo y la constancia de quienes me acompañan en este caminar desde hace diez años, los compañeros que ya no están porque han emprendido otras singladuras, y los que se mantienen en el equipo de gobierno. Para todos ellos mi más sincera gratitud por lo mucho y bien que están haciendo por Algeciras.

Pero sin los verdaderos protagonistas de la gestión, sin el conjunto de la ciudadanía, nada de esto tendría sentido. Por ello, a los algecireños, una vez más y no me cansaré de hacerlo, gracias, gracias y gracias. Me comprometo a seguir trabajando por y para Algeciras y por y para todos ustedes, siempre con la ilusión por bandera.

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