El acoso a un buen obispo

Sosiéguese el mosén de Conil y compre en uno de sus bazares una mitra de juguete para aliviar el mono

Alo largo de mi vida, he conocido numerosas campañas mediáticas de acoso y derribo, la mayoría de ellas de índole político. Todas se parecen, fundamentalmente en los intereses ocultos que las mueven, pero hete aquí que una de las más sucias y torticeras la está llevando a cabo un párroco de Conil que además es canónigo, llamado Rafael Vez. Se ha levantado contra su superior eclesiástico, olvidando con ello la promesa de obediencia que realizó durante la ordenación sacerdotal y lo acusa de un extenso catálogo de infamias, por supuesto sin demostrar ninguna de ellas. Intenta además poner de su parte a los demás sacerdotes de la diócesis y en su deriva mesiánica, afirma contar con 110 de ellos. Divide al clero, entre nativos e "importados", hecho insólito en alguien que pertenece a una iglesia católica, es decir universal. Además al Obispo de Cádiz-Ceuta, después de 8 años, le sigue llamando: el Obispo de Getafe. Hábil chapoteador en las cloacas de las redes sociales ha ido repitiendo una y otra vez sus delirantes argumentos, hasta que ha logrado una página, en un diario nacional que ha picado en el engaño. Un escándalo religioso siempre vende. Con la llegada del nuevo Obispo, se apagaron para siempre algunos braserillos que humeaban por su cuenta. Tengo para mí que ahí puede estar la raíz, de la desazón de algunos.

Miren ustedes, yo no me las puedo dar de profundo conocedor de la condición humana, pero por lo que sé, puedo asegurarles que don Rafael Zornoza, es un Obispo digno, un creyente de profunda espiritualidad que entiende su labor pastoral en el amor a Cristo y en el compromiso con los cristianos gaditanos y ceutíes a los que sirve. Es un hombre austero y entregado, con dos pasiones, la formación teológica y pastoral de los nuevos sacerdotes, en el seminario y la incorporación de los jóvenes a la vida de la iglesia. Todos los días tarda una hora en llegar, desde su casa hasta el despacho en el Hospitalito de Mujeres, charlando con los vecinos que le paran y le cuentan sus cosas, porque es un hombre entrañable y eso en el barrio lo saben. Las asociaciones religiosas y las cofradías están viviendo tiempos de intensa actividad y la Catedral está siendo cuidada y puesta en valor para los ciudadanos, como no lo estaba hace mucho tiempo. Comparen ustedes, desde el punto de vista religioso, la dignidad con que lleva su cruz don Rafael, calladamente y sin usar más argumentos que la caridad y el perdón, con la escandalera permanente del cura Vez. Sosiéguese el mosén de Conil y ya que tan aficionado es a los cuentos chinos, compre en uno de sus bazares, una mitra de juguete, para aliviar el mono.

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