La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Yolanda contra Sánchez

Los dos abren campaña rivalizando con las empleadas del hogar y la cesta de la compra

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han abierto una larguísima campaña electoral compitiendo entre sí. Se trata de demostrar quién es más de izquierdas; es decir, mejor defensor de la gente, el pueblo, los vulnerables. Quién será el dique que va a contener la ofensiva desatada de la derecha.

Lleva ventaja Yolanda. Quizás porque elige con más acierto sus objetivos y empatiza más con los destinatarios de sus mensajes. Durante la pandemia se alzó con el protagonismo en la batalla contra las consecuencias socioeconómicas del coronavirus. Más tarde abanderó la reforma laboral que ha aumentado la estabilidad del empleo suavizando un problema histórico de España (las cifras del paro) y que en el último minuto intentó patrimonializar Sánchez.

Siempre en la onda de la sensibilidad social, la sustituta de Pablo Iglesias y candidata aún no confirmada a presidir el Gobierno de la nación, ha puesto ahora el foco en el otro gran motivo del malestar ciudadano: la inflación de dos dígitos. A su modo, claro está. Lanzando la propuesta de una cesta de productos alimenticios básicos a un precio asequible incluso para los bolsillos más depauperados, invadiendo las competencias del Ministerio de Agricultura y eludiendo la respuesta a la pregunta más elemental: ¿esto cómo se hace?

Fijar esos precios por decreto no se puede. Va contra las leyes del mercado y contra la UE. Descartado un intervencionismo más propio de Venezuela que de España, Díaz parece decantarse por la negociación con las grandes empresas distribuidoras. Ahora bien, suponiendo que los hipermercados acepten abaratar sus cestas, ¿no saldría perjudicado el pequeño comercio, que no tiene margen posible para sumarse a la rebaja? No lo ha dicho Feijóo, sino Echenique.

Pero se consiga o no materializar la iniciativa, lo que importa es que ella la ha tenido y ha vuelto a acaparar la atención. Es una buen réplica al presidente Sánchez, que acaba de arrebatarle otra merienda reventándole la primicia de la reforma que concede el seguro de desempleo a las empleadas del hogar (400.000) y las protege contra el despido. Se lo dijo a Almudena, de Tomelloso, el día antes de aprobarla en el Consejo de Ministros, en el teatrillo que montó en la Moncloa, previa selección de invitados -cincuenta- y preguntantes-cinco-, el simulacro de lo que iba a ser un echarse a la calle y escuchar a la gente y acabó siendo un traer a casa a cierta gente que ni siquiera preguntó por los precios, y que le escuchen a él.

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