Unas dos horas tuvieron que esperar muchas de las personas que el pasado martes se disponían a salir de Gibraltar. Los controles en la Verja y el aumento del tráfico de vehículos a causa de la lluvia provocaron retenciones que a muchos les recordaron tiempos pasados, de tensiones entre las administraciones de uno y otro lado cuyas consecuencias pagaba el respetable.
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