Cuchillo sin filo

Francisco Correal

fcorreal@diariodesevilla.es

Voxsonaro

Mal que le pese, Pedro Sánchez tiene más cosas en común con Donald Trump que con Felipe

Pepe da Rosa o Paco Gandía los contaban mucho mejor. El humorismo no es lo suyo, señor presidente del Gobierno. Con el poco sentido del humor que demuestra, queda además descalificado para tan digno gremio. Le habrán reído la gracia de Voxsonaro hacia las tres agrupaciones que en parte gracias a su deriva van a sumar los votos para que su partido sea desalojado de la Junta de Andalucía por primera vez en la historia de la democracia. ¿No se mira usted al espejo? En su caso, también se hace acompañar de compañeros de viaje, aquellos aliados contra natura de tiempos de la Transición. Si se trata de medir radicalismos, la pregunta es bien sencilla: ¿quién va más lejos en el desatino, el que propone el fin de las autonomías o el partidario de desmontar la Monarquía parlamentaria? Los segundos le apoyaron en su moción de censura, pero debieron quitar los espejos del Congreso de los Diputados.

Mal que le pese, usted tiene más de Donald Trump que de Felipe González. Le gusta mucho comunicarse por el tuiter en sus particulares soliloquios de invención de la pólvora. También está atrapado, como el inquilino de la Casa Blanca, con el tema de los presupuestos. Y los secesionistas catalanes, a los que también debe su presencia en la Moncloa, le hacen permanente chantaje para apoyarle siempre y cuando ponga la primera piedra del muro que separe Cataluña de España.

Los radicalismos se tocan, se necesitan, se retroalimentan. El fascista y el antifascista son muchas veces las dos caras de una misma moneda. Alberto Moravia se llevó las manos a la cabeza cuando en los años sesenta asistió en La Habana a la ceremonia de triunfalismo del castrismo. Dijo: "Me recuerda a Mussolini" (Laurence Debray, Hija de revolucionarios).

Hay que reconocerle, señor Sánchez, su astucia para haberse quedado con el discurso de Podemos en una estrategia que no debe ser del agrado de Pablo Iglesias. De tanto emularlo va a terminar sustituyéndolo. Un riesgo parecido correrían PP y Ciudadanos si para restarle protagonismos a Vox hicieran suyas algunas de sus banderas más provocadoras y fuera de lugar. Estaríamos llegando a una ciénaga ideológica donde se impondría el centro extremo, depredador de radicales a cambio de radicalizarse. Si le ríen las gracias por lo de Voxsonaro, empezará a estar más cerca de los monologuistas de la Sexta que de la Presidencia del Gobierno.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios