Como cada año por estas fechas, coincidiendo con el primer domingo de feria, la patrona tarifeña, la Virgen de la Luz se traslada desde el Santuario, en la dehesa de Caheruelas, hasta el templo de San Mateo acompañado por una gran multitud de personas que conforman la tradicional cabalgata agrícola y que, en este año, contó con la presencia de unos 2.000 fieles y casi 500 caballos lo que permitió a la comitiva lucirse con la misma brillantez de otras ocasiones. También como suele ocurrir en los últimos años la venerada imagen de la Virgen se hace acompañar por la talla de San Isidro Labrador, el patrón de la campiña. Al coincidir con un buen día para la playa, la procesión provocó importantes colas en la carretera N-340 entre las 19:30 y las 20:30 horas, aunque estas retenciones tampoco son nuevas.