Patrimonio

Antonio Benítez Gallardo

Villa Patricia, carta abierta al alcalde de Algeciras

El autor denuncia que nunca antes en la ciudad "se ha descatalogado formalmente un edificio de nuestro patrimonio arquitectónico histórico para legitimar su demolición"

Villa Patricia, en su estado actual.

Villa Patricia, en su estado actual. / Erasmo Fenoy (Algeciras)

Fiel a mi compromiso con el patrimonio de mi pueblo; dispuesto como siempre a cumplir el deber -autoimpuesto- de denunciar cuantas actuaciones, públicas o privadas, atentan contra su conservación; confiando, pese a todo, en la razón y la fuerza del Estado de Derecho presentaré, en tiempo y forma, alegaciones al acuerdo de proceder a la descatalogación de Villa Patricia, tomado por el Pleno del Ayuntamiento de Algeciras el pasado 31 de enero, del que hemos tenido noticia a mediados de marzo.

Las excepcionales condiciones impuestas por el confinamiento ordenado por el Gobierno de la nación para evitar la propagación de la pandemia provocada por el coronavirus me han impedido acceder personalmente a las dependencias de la Gerencia Municipal de Urbanismo para la vista del expediente aprobado inicialmente, donde deben constar los documentos urbanísticos sometidos a información pública con los que los promotores del proyecto de descatalogación, y el propio gobierno municipal, pretenden legitimar la demolición de Villa Patricia.

La interrupción por decreto de los plazos para la tramitación del proyecto me ha ofrecido la oportunidad de dirigirme a usted, señor alcalde, al margen del procedimiento administrativo en suspenso, para recordarle algunos de los antecedentes del asunto que nos ocupa que han sido obviados en el trámite de aprobación inicial y que, en mi opinión, merecen ser expuestos para su conocimiento y el de todos los ciudadanos de Algeciras.

Vaya por delante que, desde el punto de vista catastral, la parcela en la que se levanta Villa Patricia no es el número 4 de la Calle San Nicolás, que corresponde a uno de los dos portales del edificio levantado en la citada calle, esquina a la calle Emilio Burgos. Procederá, pues, rectificar la documentación del expediente en los términos y condiciones que sean necesarios para que nadie se llame a engaño.

Es verdad que lo anterior no es, ni de lejos, el meollo del asunto, pero también es cierto que evidencia, ya desde el inicio, la falta de cuidado en la elaboración de un expediente de tanta trascendencia como el que nos ocupa.

"El gobierno municipal ha mirado hacia otro lado durante años para no ver cómo se han abandonado primero, arruinado después y, por último, derribado, buena parte de los elementos del patrimonio arquitectónico local"

Porque, hasta hoy, nunca se ha descatalogado formalmente un edificio de nuestro patrimonio arquitectónico histórico para “legitimar” su demolición. Usted sabe bien, por experiencia propia -como concejal, como teniente de alcalde y como alcalde, sucesivamente– que, en Algeciras, el gobierno municipal ha mirado hacia otro lado durante años para no ver cómo se han abandonado primero, arruinado después y, por último, derribado, buena parte de los elementos del patrimonio arquitectónico local, incluidos en los catálogos de los planes de ordenación urbana vigentes en nuestra ciudad durante los últimos cuarenta años.

Usted y su gobierno, con la aprobación inicial de la propuesta de descatalogación, han dejado de mirar hacia otro lado, pero no para defender nuestro patrimonio común, sino para ponerse al servicio de quienes incumplen el deber de conservarlo, arruinándolo y demoliéndolo. Que no otra cosa han hecho en el paripé del pasado 31 de enero, representado en el histórico salón de plenos de nuestro Ayuntamiento.

En la exposición de motivos, su delegada de Urbanismo ha ejercido de portavoz de la Fundación Educativa Católica dando cuenta de las razones esgrimidas por los promotores para justificar su propuesta, que “se apoya –dijo– en informes tanto del director técnico y la letrada asesora de la Delegación de Urbanismo como del secretario general que informan favorablemente el proyecto […] que presenta la propiedad a través de su arquitecto”.

Ya he dicho antes que no he tenido acceso a la Memoria del proyecto pero ante mí, mientras le escribo, sí tengo copia de los informes emitidos por los funcionarios citados en el ejercicio de sus competencias: formalmente impecables, sin duda; totalmente conformes, sin condición alguna, con la información y los argumentos presentados por los promotores en su propuesta; asumiendo, en fin, las responsabilidades que le caben por los puestos que ocupan. Como de costumbre, hoy como ayer, para que nada cambie, aunque desaparezca todo.

"Aprobaron inicialmente la propuesta de descatalogación de Villa Patricia, condenándola de hecho definitivamente a la piqueta"

Como siempre también, señor alcalde, usted y todos los concejales de su equipo de gobierno, incluida su delegada de Patrimonio, aprobaron inicialmente la propuesta de descatalogación de Villa Patricia, condenándola de hecho definitivamente a la piqueta, a pesar de la inconsistencia, cuando no de la falsedad, de los argumentos empleados para fundamentar la propuesta.

Su delegada de urbanismo que ha presentado la propuesta, los funcionarios que la han avalado y los concejales que la han votado favorablemente, todos, se han convertido en cómplices necesarios de los propietarios del inmueble que, al menos durante más de cuarenta años, han incumplido el deber de conservarlo que las leyes les imponen, poniendo en riesgo además –según se afirma en la propia propuesta – a las personas.

Señor alcalde, usted aprobó con su voto el Plan General de Ordenación Urbana actualmente vigente, fruto del espléndido trabajo realizado por un equipo de 25 profesionales (diez arquitectos, entre otros el actual director técnico de la Delegación de Urbanismo; cuatro delineantes; cuatro geógrafos, tres licenciados en derecho, un ingeniero de caminos, un biólogo, un economista y una secretaria) dirigidos por el arquitecto señor González Fustegueras, con la colaboración ocasional de otros tantos profesionales y entidades de prestación de servicios. Entre estos últimos destaca la tarea impagable realizada por el arquitecto, señor Jiménez Mata, y sus ayudantes, los delineantes señores Romero Gil y Badillo Iglesias, que confeccionaron el Catálogo de Protección, visitando, valorando, clasificando, documentando y estableciendo los criterios de actuación imprescindibles para su conservación de tres inmuebles declarados BIC, catorce inmuebles de notable interés arquitectónico, cincuenta y tres inmuebles más de interés arquitectónico, dos conjuntos urbanos y ocho parques y jardines de interés.

Su delegada de Patrimonio es cómplice, por su voto, de la propuesta de demolición, sí, pero sobre todo por su silencio, que nada ha dicho en un asunto de su competencia, como es de la gestión del Catálogo del Plan General y de la conservación de todos sus elementos.

Su delegada de Patrimonio y usted son cómplices agravados porque deben saber que Villa Patricia forma parte de la Historia Urbana de Algeciras, gracias al esfuerzo investigador de la eminente doctora Ana Aranda Bernal. Yo les he visto a ambos -todos pudimos verlos hasta ayer, al menos, en la web municipal– presentando, en julio de 2014, junto a la autora, la segunda edición del libro La arquitectura inglesa en el Campo de Gibraltar. No sé si solo lo presentaron o también lo leyeron, porque en él la historiadora incluye un capítulo –el 5, con casi 40 páginas y 37 imágenes– dedicado a “las casas de recreo semiurbanas en Algeciras”, entre las que, en las páginas 120 y 121, se encuentran una fotografía de Villa Patricia. En el texto detalla las circunstancias de su construcción, sus características constructivas y una valoración contundente de su estilo arquitectónico.

Así pues, señor alcalde, si no leyó el libro mencionado léalo (y si lo leyó reléalo, por favor) y déselo a leer a sus delegadas de Patrimonio y de Urbanismo y a los funcionarios municipales de las delegaciones citadas. Regale un ejemplar -o recomiéndeles que lo compren– a los propietarios de Villa Patricia y acuerde con ellos las medidas a tomar para que procedan de inmediato a la rehabilitación del bien, conforme a lo exigido en el planeamiento vigente.

Sepa que puede contar conmigo en la tarea de defender nuestro patrimonio.

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