Hace apenas unos días el INE publicó el último informe de Indicadores Urbanos en su edición de 2022. Algunas de sus conclusiones son especialmente relevantes para entender las dificultades de esta comarca situada en el profundo sur de Europa que es el Campo de Gibraltar. El documento citado recoge información sobre las condiciones de vida en las ciudades de la Unión Europea y los países candidatos. En él se sitúa un año más a los municipios del Campo de Gibraltar entre aquellos con peores condiciones laborales y de vida de todo el país. De entre los 126 municipios españoles analizados, La Línea es por segundo año consecutivo el que cuenta con menor esperanza de vida al nacimiento y vuelve a ser el único con una cifra inferior a 80 años. Algeciras se encuentra como el quinto peor. Esto es, una persona que nazca en cualquiera de estas dos grandes ciudades de nuestra comarca tiene entre cinco y seis años y medio menos de esperanza de vida que un ciudadano nacido, por ejemplo, en Madrid.

Entre las 70 áreas urbanas funcionales de toda España, la de Algeciras repite como la décima con peor renta media anual por habitante, según los datos recogidos de 2019, con 10.720 euros. En cuanto a municipios, La Línea es el 35º con peor renta, con 9.090 euros. Además, es, después de Linares, el municipio de España con la mayor tasa de desempleo, más de un 30%, según los indicadores del INE que hace una estimación con datos de la Encuesta de Población Activa y del paro registrado en un año. Los datos de Algeciras no son mucho mejores: el paro registrado está en torno al 28% habiendo superado el umbral del 30% varias veces en los últimos años.

Este panorama sombrío se agrava al conocer el resultado de diversos estudios científicos e informes (entre ellos, uno del Defensor del Pueblo Andaluz) que han venido mostrando en los últimos años que la comarca tiene varios de los mayores índices de mortalidad de España en diferentes parámetros, con una altísima tasa de sobremortalidad por varios tipos de cáncer y graves problemas de salud pública.

Es bastante triste conocer que nacer en el Campo de Gibraltar implica la posibilidad real de vivir peor y morir antes en relación con el resto de territorios de nuestro país. Las razones son extraordinariamente complejas y se pueden resumir en una carencia estructural de inversión pública y el olvido y negligencia de las instituciones públicas en un territorio singular con una historia determinada por su posición geográfica e intereses internacionales. No obstante, lo cierto es que alguna vez hay que empezar a luchar por revertir el proceso y se necesita una fuerte implicación social y de todas las administraciones públicas.

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