Universidad de futuro

"Es absolutamente necesario un cambio de orientación de la Junta y que comprenda el valor de la inversión en universidad"

EL pasado viernes, la Universidad de Cádiz celebró el acto solemne de apertura del curso académico en el Campus Bahía de Algeciras. Indudablemente la elección del campus más pequeño y periférico de los cuatro que componen la UCA es una muestra del apoyo y compromiso con el Campus Bahía de Algeciras del rector Piniella y de su equipo de gobierno. Como señaló en su discurso, la universidad es un potente motor de progreso de los territorios donde su ubica y, probablemente, es también el mejor ascensor social, al multiplicar las posibilidades de desarrollo y crecimiento a través de la formación y la educación de amplios sectores sociales favoreciendo así una sociedad más igualitaria, pero también más justa y equitativa. Más libre, en definitiva.

El Campo de Gibraltar es una zona con unas carencias estructurales enormes y complejos problemas socio-económicos caracterizada por la falta de inversión y apoyo público durante décadas y con graves problemas derivados de su ubicación doblemente transfronteriza en los confines del sur de Europa. En la actualidad, además, las consecuencias de dos crisis internacionales se proyectan negativamente con cierta intensidad sobre la zona: en primer lugar, las incertidumbres y dificultades del Brexit y la salida de Gibraltar de la Unión Europea y, en segundo lugar, las controversias políticas y diplomáticas provocadas por Marruecos causando el cierre de fronteras. Estas tensiones diplomáticas inciden con fuerza en la zona creando nuevos problemas y agudizando y exacerbando otros preexistentes. En este contexto, en un entorno complejo, la universidad representa un valioso factor de transformación mediante la educación, la investigación y la transferencia. La apuesta de la UCA por el Campus Bahía de Algeciras es un envite valiente y decidido, pero no carente de riesgos. Las universidades públicas andaluzas deben enfrentarse a un duro escenario de recortes por parte de la Junta de Andalucía y a una menor financiación para el conjunto del sistema universitario público andaluz. Es absolutamente necesario un cambio de orientación de la Junta y que comprenda el valor de la inversión en universidad pública en su función de "formar ciudadanos cultos, solidarios, dotados de sentido crítico y de conciencia civil", en expresión del filósofo Nuccio Ordine, citado por el rector Piniella en el acto de apertura. Es difícil entender cómo Andalucía emplea solo el 0,93 % de su presupuesto en universidades, mientras que el País Vasco invierte el 1,97%. Y además de revertir el enfoque de recortes, la Junta debería comprender las circunstancias especiales de cada universidad, como la existencia de diversos campus en la UCA debido a la singular estructura territorial de la provincia.

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