El año va terminando y hemos disfrutado de poca prosperidad compartida, por no decir de ninguna. De hecho, nadie nos ha explicado aún en qué consistirá, o cómo se materializará.

No sabemos si Gibraltar empleará algo de su ingente presupuesto, en infraestructuras de la zona de las que también se beneficia, como por ejemplo en la vía ferrea. O si por el contrario que tal prosperidad es qué Gibraltar seguirá dando empleo a unos miles de ciudadanos españoles que sustentan su economía, que le son imprescindibles, y que a cambio, reciben un trato discriminatorio por parte del gobierno progresista de la roca en materia de prestaciones sociales y pensiones, respecto de sus compañeros llanitos.

El timo del toco mocho es lo que parece, un año después, lo de la prosperidad compartida. O el de los trileros mejor dicho, en el que se necesita un complice político al otro lado de la mesa, y para el puesto hay algún voluntario con mando en plaza en la comarca, no sabemos si con regalo de queso de bola, o no.

Gibraltar ya ha dicho que nada cederá y así lo está demostrando desatendiendo el risible (para la colonia) acuerdo de Nochevieja. Ejemplo es la ejecución de nuevos rellenos de tierra en aguas españolas, sin que se haya atendido la petición realizada por nuestro gobierno en demanda de los pertinentes informes medioambientales.

Nada se ha informado tampoco a la supuesta Comisión que en tal materia se constituyó con los Memorandos de Entendimiento. Puro trilerismo. Hubiera sido un buen ejemplo de que las cosas han cambiado, y que el ánimo de coexistencia en aras el beneficio de todos, era ahora el objetivo.

Gibraltar en cambio, se ha liberado de las obligaciones que les imponía la UE, sobre todo en materia tributaria, manteniendo su dumping fiscal.

A su vez, disfruta de una verja de paso accesible, y tampoco tiene ningún interés en dar su visto bueno a Reino Unido para que cierre el acuerdo con la UE, en base a las directrices marcadas por la misma. Ello incluiría dotar a España de autoridad soberana en el puerto y aeropuerto de Gibraltar. Prefiere que la situación actual se prolongue indefinidamente, y que se impongan los hechos consumados, como ya ocurrió con la ocupación del istmo.

Parece que Gibraltar ha vuelto a ganar (ahora a la UE con nuestra complicidad), y que el brexit, lejos de perjudicarle, le ha beneficiado, demostrando su britanidad una vez más, al hacer buena la frase pronunciada por Churchill, la cometa vuela más alta contra el viento, no a su favor, y ello al haber visto una oportunidad en la dificultad, como también dijo el Sir.

En fin, feliz año nuevo a toda la Bahía de Algeciras, aunque seguramente los Reyes serán mas generosos con unos que con otros.

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