José Luis / García Del Pueyo

Treinta años

En los últimos meses las encuestas indican que se acentúa el cansancio de los andaluces con los gobiernos socialistas. El desánimo parece haberse instaurado en las propias filas del PSOE.

EL PSOE ganó las primeras elecciones al Parlamento de Andalucía en 1982 y ha gobernado la Junta durante tres décadas consecutivas pero en este momento, según se desprende de la 9ª ola del Barómetro Joly Andalucía, esto está pesando demasiado a los andaluces, tanto como para que se vislumbre que la opción personificada en Javier Arenas, pudiese ganar las elecciones de marzo de 2012 por una holgada mayoría absoluta. Pero, ¿qué ha podido pasar para que se produzca un vuelco electoral de tal calado en una legislatura? Desde que se comenzó a realizar el Barómetro Joly en octubre de 2008, al comienzo oficial de la crisis, el crecimiento de la intención de voto al PP en Andalucía ha sido constante, ola a ola, pero desde la de junio de 2010 el proceso se ha acelerado, al tiempo que el PSOE ha ido perdiendo posiciones. Hasta esa fecha (que coincide con el paquete de medidas de ajuste puesto en marcha por el Gobierno de Rodríguez Zapatero), los socialistas conseguían mantener su ratio de voto, pese a gobernar en un entorno económico desfavorable, pero en los últimos meses las encuestas indican que se ha acentuado el cansancio de los andaluces con los gobiernos socialistas central y autonómico. Ya en la ola de del Barómetro Joly de febrero de este año se registraba una importante ventaja del PP, que se concretó en una clara victoria en la elecciones municipales de mayo.

No obstante 30 años podrían "no ser nada" si los resultados fueran satisfactorios, pero lo que se pone de manifiesto en esta 9ª ola del Barómetro Joly es que para el 82% de los andaluces la situación económica es mala, y que entre los más jóvenes -los que tiene entre 18 y 24 años y que tradicionalmente se han inclinado por opciones de izquierda- ese porcentaje se incrementa hasta alcanzar el 91%. El trabajo de campo del Barómetro se realizó justo antes de la publicación de los resultados de la EPA, donde se cifraba en el 30,9% la tasa de paro en Andalucía concretado en 1.200.000 desempleados, pero los ciudadanos que sufren en sus hogares los problemas de la adversidad, manifiestan su opinión en las encuestas sin necesidad de esperar a los datos oficiales, y eso parece haber ocurrido una vez más. Lógicamente, y como en todas las series anteriores, el paro se percibe como el principal problema de Andalucía, aludido por el 86% de los encuestados, pero, lo malo, es que éstos no vislumbran que la situación vaya a mejorar, sino que más bien parece haberse asentado la creencia que "vamos de mal en peor" (así, para el 70% de los consultados la situación es peor que hace un año y para el 31% el próximo año será aún peor). En este contexto, el Gobierno andaluz es suspendido de nuevo en la evaluación de su gestión, como viene sucediendo desde la ola de octubre de 2009, pero a ello se añade un nuevo problema de fondo para el PSOE andaluz: el sustancial cansancio de sus propios votantes por las tres décadas de gobierno en la Junta de Andalucía; en efecto, el 60% de ellos consideran que no es bueno para Andalucía que el mismo partido político gobierne durante 30 años seguidos (entre los votantes populares el mismo porcentaje se incrementa hasta el 88%).

Y en este escenario, por primera vez, una amplia mayoría de los andaluces consultados (el 58%) cree que el PP ganará las elecciones autonómicas de 2012, destacando, en el mismo sentido, el 54% recabado entre quienes declaran haber votado al PSOE en 2008. El desánimo parece haberse instaurado en las propias filas del PSOE.

Aunque en ocasiones se dice que el PSOE es experto en "dar la vuelta a las encuestas", esta vez los casi 15 puntos de ventaja que le saca el PP serán más difíciles de recortar. Ahora bien, estamos hablando de encuestas y a cinco turbulentos meses de celebrarse unas elecciones autonómicas en Andalucía que, por primera vez en la historia de nuestra autonomía, se celebrarán separadamente de las Generales. ¿Cómo será el comportamiento de los electores? ¿Qué peso tendrá la situación económica en la decisión de voto de los electores no alineados? Y los 30 años de gobernanza socialista en la Junta, ¿influirán en el cansancio detectado entre los más afines? Cuando quiebre Grecia, Italia y España se tambaleen, el PP continúe con los recortes ya iniciados por el PSOE y la cifra de parados en Andalucía siga incrementándose, ¿tendrán los ciudadanos ánimo de ir a votar por tercera vez en menos de un año? Si el porcentaje de abstención en las elecciones autonómicas de la Cataluña se sitúa alrededor del 40%... ¿Será en Andalucía del 50%? ¿Y qué perfil de votante será el que se quede en casa como forma implícita de castigo? Cerca del 25% de andaluces son siempre fieles al PSOE, pero esta vez el escenario es muy adverso y los no alineados, junto con la abstención, van a ser decisivos. Tendrán que pasar cinco inestables y negativos meses, habrá un nuevo gobierno en Moncloa de signo diferente al de San Telmo y entonces veremos lo que pasa; pero, por ahora, y siguiendo la tendencia observada en las últimas olas del Barómetro Joly, lo más probable es que Javier Arenas se convierta en el nuevo presidente de la Junta de Andalucía con una holgada mayoría absoluta. Habrán pasado 30 años desde 1982.

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