V OY a alegrarles el día. Si les preguntara qué estaban haciendo ustedes el 11 de julio de 2010, a las 20.30 h., pocos sabrían decirlo del tirón. A los desmemoriados, les recordaré que como unos cuantos millones de compatriotas más, empezábamos a ver por televisión la final del Campeonato del Mundo de Fútbol. A partir de aquí, seguro que todo el mundo recuerda que fuimos campeones, por primera vez en nuestra historia y que Iniesta marcó el gol del triunfo. España entera explotó de júbilo con el acontecimiento, llenando las ciudades de banderas rojigualdas en homenaje a nuestros héroes. Ojo al dato: desde 1930, se han venido celebrando veinte campeonatos del mundo y nosotros hemos obtenido el título, tan sólo una vez.

¿Cómo se les queda el cuerpo si les digo que hay una disciplina en la que llevamos siendo campeones del mundo en los últimos ¡23 años!? Además, ganando por goleada a los inmediatos clasificados, en dos especialidades distintas pero conectadas entre sí, el número de órganos donados y el número de trasplantes realizados. El acto de generosidad más hermoso que conozco, es entregar una parte de tu propio cuerpo que ¡ay! ya no va a hacerte falta, para que una persona desconocida, pueda resolver el problema que limita gravemente sus posibilidades de vida. Además, con el mérito añadido, en España no se pueden legalmente vender ni comprar órganos, de hacerlo desinteresadamente, y de forma incógnita. La organización y los esfuerzos que están detrás del programa de transplantes español, son inmensos. El manejo de la cantidad de variables que hay que tener en cuenta, en el momento inesperado, en que se recibe una donación y se decide quién y en qué sitio puede ser compatible, desafía la voluntad y sólo unos protocolos experimentados pueden garantizar el éxito. Solemos pensar que sólo son susceptibles de donación, los órganos de personas jóvenes, pero las estadísticas demuestran que incluso un 10% de los donantes, tenían más de 80 años. Todo es aprovechable. Cuando le llegue el momento, que sea lo más tarde posible, téngale dicho a sus familiares que usted quiere ser donante. Los míos ya lo saben. Recuerde que hoy, como cada día del año, se están realizando 14 trasplantes en los quirófanos españoles. En uno de ellos, podría estar esperando usted, o uno de los suyos. Los españoles somos los orgullosos campeones del mundo, de la Solidaridad.

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