La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Susana pasa por un mal momento

Susana Díaz acude a primarias con una pesada mochila: su gestión en sanidad y educación deja mucho que desear

Las mareas ciudadanas, mal encajadas y peor gestionadas por la Junta durante varios meses, han terminado ahogando al viceconsejero de Salud, al director del SAS y a otros responsables, que dimiten por generosidad según el enternecedoramente patético dictamen del portavoz Miguel Ángel Vázquez. En verdad han sido sacrificados como dique de contención. Un cortafuegos para que la crisis no salpique al consejero ni a la presidenta.

Vano intento. La crisis salpica a Susana Díaz en la medida en que ella ejerce el poder de manera bastante personalista, ha bautizado y confirmado al sistema sanitario como la joya de la corona de la autonomía andaluza y ha desenfocado desde el primer día el tratamiento de las protestas (ataque a la sanidad pública, maniobra de la oposición...).

Con un poco más de humildad y capacidad de autocrítica los gobernantes andaluces podrían haberse percatado de que el grado de satisfacción de los ciudadanos sobre los servicios de salud que reciben ha ido retrocediendo. Hasta convertir a la sanidad en el segundo problema más grave de los andaluces, por encima de la corrupción. Podrían haber entendido que los ajustes presupuestarios de los últimos años por fuerza iban a producir un deterioro de las prestaciones: más colapso en las urgencias, más listas de espera, menos camas hospitalarias. Que el SAS pueda presentar un balance global enormemente positivo para la salud de los andaluces no borra la realidad de que el gasto sanitario por habitante está a la cola en la lista de las comunidades autónomas.

Todo lo contrario que en materia de abandono escolar, donde Andalucía se encuentra a la cabeza de Europa. Precisamente si la ambición de Susana Díaz de hacerse con el liderazgo del PSOE está siendo muy dañada por esta crisis es por la evidencia de que en los dos grandes bloques de política social que maneja -competencias exclusivas, los máximos presupuestos, el personal más numeroso- su gestión deja mucho que desear.

A esta carta de presentación se le añade que el PSOE andaluz ya ha perdido elecciones frente al PP-A (otro de los orgullos de Susana: que es una ganadora) y que retrasa su candidatura a la primarias por puro cálculo (o sea, que no va de cara, como le reprochan muchos militantes en su pelea con Pedro Sánchez) y concluiremos que Susana Díaz atraviesa un mal momento.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios