Sobresaliente general

Los niños han respondido, asumiendo las normas con una naturalidad y un respeto que más quisieran muchos mayores

La comunidad educativa perfila ya el final de este curso 20/21, que con tantas incertidumbres empezó el pasado septiembre y que acaba con un sobresaliente general para profesores y alumnos, sobre todo en la novedosa asignatura de cumplir las medidas anti-covid. El seguimiento de protocolos, la repetición de hábitos recomendados y el respeto a la normativa son tareas titánicas cuando 25 niños, más pequeños o más grandes, conviven contigo en un aula a diario. Algunos sin vocación hubiéramos huido al poco de empezar.

Este año, además de formar a los niños en Matemáticas, Lengua e Historia, se asumió una inédita tarea en materia de prevención sanitaria. La escasez de incidencias significativas en los centros demuestra que el reto se ha superado de manera ejemplar. Más por el esfuerzo personal de los profesores que por la gestión de la Administración Pública, intuyo. Y lo que es igual de importante, los profesores se echaron a la espalda la tarea de sembrar, aún más, concienciación cívica en niños y adolescentes para que supieran que era necesario su esfuerzo por el interés general de todos. La asignatura de Educación para la Ciudadanía de verdad, sin chalauras ni adoctrinamientos de leyes Wert o Celaá. Los niños han respondido, asumiendo las normas con una naturalidad y un respeto que más quisieran muchos mayores.

Este desafío colectivo seguro que ha salvado muchas vidas de abuelos y otras personas cercanas a los alumnos. Y esto sin perder el día a día de la educación presencial, que es lo que se exigía para evitar más perjuicio a los menores en lo académico y en lo social. Siempre habrá muchísimo margen de mejora, pero lo que está claro es que se ha demostrado que España tiene unos grandes sistemas sanitario y educativo, que debemos seguir cuidando. En ellos se materializa como en casi en ningún otro ámbito el Estado Social y de Derecho que nuestra Constitución consagra, que nos hacen el gran país que somos, a pesar de muchos.

Seguro que, con el nuevo escenario que se vislumbra con la generalización de la vacunación, se recuperarán muchos hábitos positivos desaparecidos durante la pandemia. Espero que otros que han surgido no se pierdan, como el que por la sociedad se reconozca el esfuerzo y papel esencial de nuestros profesores y la necesidad de potenciar las partidas presupuestarias destinadas a educación. Ahí nos jugamos la España del mañana y esta crisis lo ha demostrado.

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