La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Santa Cruz, ¿pobre niña rica?

El Ayuntamiento, que se ha portado como un zorro en un gallinero, va a parchear el desastre que ha provocado

No quiero yo que pase con los vecinos del barrio de Santa Cruz lo del chiste inglés del colegio de niñas ricas. "Niñas -les dijo una concienciada profesora-, no podéis ignorar que hay quien vive peor que vosotras. Así que vais a hacer una redacción imaginando que vivís en una familia pobre". Y una de las niñas escribió: "Era una familia muy pobre. El papá era pobre. La mamá era pobre. Los hijos eran pobres. La institutriz era pobre. El mayordomo era pobre. El ama de llaves era pobre. El chófer era pobre. La cocinera era pobre. Las criadas eran pobres. El jardinero eran pobre…". Y así siguió la criatura, incapaz de imaginarse que se pudiera vivir con menos.

Los vecinos de Santa Cruz sabemos que muchos barrios de Sevilla tienen problemas muchísimo más graves. Además de tener los tres barrios más pobres de España, esta ciudad arrastra graves problemas en muchos otros. En nuestro periódico de ayer coincidían estos dos titulares: "Freno a la degradación del barrio de Santa Cruz" y "El PP pide un plan especial en la barriada El Rocío ante la degradación alarmante". Los vecinos de Santa Cruz no somos ni queremos ser la pobre niña rica de Sevilla. Pero tampoco las víctimas, no del incontenible turismo de masas que tan necesario es a falta de otros recursos, sino de la mala gestión municipal que, sobre todo desde el 92, ha convertido el barrio en un bazar barato y un apelotonamiento de bares, restaurantes y veladores.

Nadie puede abrir un bar o un restaurante, ni poner mesas en las aceras y plazas, sin obtener las previas licencias que solo puede darle, mire usted por donde, el mismo Ayuntamiento (aunque bajo distintos gestores del PSOE, el PP y el difunto PA) que ahora dice que va a arreglar el desbarajuste que él mismo ha creado. ¿No se daban cuenta de que la plaza de Doña Elvira era un restaurante al aire libre o que Mateos Gago, de la plaza a Mesón del Moro, era una casi ininterrumpida sucesión bares y restaurantes? Pues se seguían concediendo licencias y más licencias como si no hubiera saturación, permitiendo veladores y más veladores, dejando que se rotulara como a cada cual le saliera de las narices y se colgaran en las fachadas trajes de flamenca mustios y delantales con los arreos del David de Miguel Ángel. El Ayuntamiento se ha portado con Santa Cruz como un zorro vigilando un gallinero. Y ahora va a parchear el desastre que él mismo ha provocado.

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