Pedro Sánchez y su familia dejaron el palacio de Marismillas el viernes pasado, y el presidente del Gobierno ya se encuentra en Moncloa, donde debe atender los últimos incrementos de la pandemia del Covid. A diferencia de otros veranos, Sánchez no ha recibido a los amigos andaluces que suelen alojarse alguna jornada en Doñana y es que, a causa de los contagios, ha preferido no correr nuevos riesgos. Durante su estancia, Sánchez acudió a Matalascañas al funeral de José María Pérez de Ayala, funcionario del parque y el gran cicerone de este espacio natural.

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