LA alcaldesa de La Línea, Gemma Araujo, ha decidido imponer un calendario exprés en la culminación del trámite de la petición de la Carta Económica, que pretende que todos los pasos pendientes se hagan en cinco días. Esta inusitada diligencia, que se echa en falta en obligaciones principales, ha puesto en riesgo la unidad que, tras no poco esfuerzo, se logró el pasado lunes entre las cuatro fuerzas políticas con representación municipal. Teniendo en cuenta la gran división social y política que hay en La Línea, el consenso sobre la Carta Económica no es cualquier cosa y no ha razones para violentarlo, teniendo en cuenta que, sin saltarse la ley, se apruebe con soporte presupuestario antes de las elecciones. Por eso, debería ser más flexible y evitar una ruptura de esa unidad lograda.

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