Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

'Right Side Story'

En Madrid siempre han sido muy aficionados a los dos de mayo y a pensar que el resto de España es campo y playa

A falta de Jets y Sharks, el PP tenía, que se sepa, Casaders y Ayusers. Que igual hay más pandillas al acecho en esta versión política de West Side Story con guion de becario y sin la dirección de Spielberg o Robert Wise, ni las coreografías de Jerome Robbins. Como hemos visto, es todo muy de fiesta de fin de curso. Algo que no debe sorprendernos si repasamos el currículo de los protagonistas. De pegar carteles en las Juventudes a obtener un acta de concejal y así, hasta hoy. Lo que es vivir en la ilusoria burbuja del partido. Esa visión adolescente del mundo lleva a estas pandillas a pelear porque me has mirado mal o porque tu hermano ha hecho una trastada y eso no lo vamos a consentir. Y en esas andamos sin saber muy bien de qué va esto y mucho menos, cómo va a terminar.

Pase lo que pase, dimisiones y destituciones incluidas, es evidente que el asunto se cierra en falso. Fuera de Madrid, la vida sigue. Nadie deseaba este aquelarre que puede ser el revulsivo que necesitaba el PP o el inicio de una larga guerra de posiciones con cada barón atrincherado en sus dominios. Pero en Madrid siempre han sido muy aficionados a los dos de mayo y a pensar que el resto de España es campo y playa.

Es claro que se trata de una guerra por el poder. No por las ideas a defender. Ni siquiera por el programa a presentar al electorado. Pero si se lucha por el poder siempre es conveniente tenerlo o al menos, esperar alcanzarlo, antes de presentar batalla y arengar a los propios con un "no hay prisioneros". Al fin y al cabo, hay muchos cargos públicos y militantes, esperando a ver quién se alza con el mando, para proclamar su lealtad inquebrantable al ganador y recordar que lo apoyó y arropó desde la primera vez que lo vio. A esa derecha española sin matices ideológicos la definió muy bien Pío Cabanillas el día que dijo aquello de "hemos ganado los nuestros, aunque aún no sé quiénes".

Lo malo de que nos lideren adolescentes sin más experiencia que años de medrar en el partido -lo que aporta cierta experiencia, pero alejada de la realidad- es que cierran los conflictos como las juergas de fin de semana. Quién debió dar explicaciones no ha pasado de hacer pucheros. Quién, según parece, quiso liderar la Noche de los Cuchillos Largos sacó los cubiertos de plástico de los guateques. Y respecto al líder nacional del partido, se sospecha, pero sólo se sospecha, que aún anda por mundo. Como Elvis.

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