Tribuna

José Carlos Cabrera Medina

Consultor de Política Migratoria e Infancia

Pragmatismo migratorio

El éxito con la contratación de menores extranjeros para la fresa hace pensar que este pragmatismo debería extrapolarse a otros sectores

Jóvenes extutelados contratados para la campaña de la fresa en Huelva

Jóvenes extutelados contratados para la campaña de la fresa en Huelva / Freshuelva

Uno de los aspectos trasversales en todos los niveles de administración publica de los diferentes estados de Unión Europea es la inexistencia de políticas migratorias. Esta realidad es uno de los aspectos capitales en el futuro de nuestro proyecto común, y es además uno de los temas que más inciden en la opinión pública.

En este tiempo, debido al estado de crisis sanitaria y también al cambio en las relaciones entre países como Marruecos y Argelia, e incluso al cambio de nuestras relaciones bilaterales con dichos países, se han modificado los flujos que llegan a Europa por nuestro país, teniendo ahora una incidencia importante en las comunidades insulares.

Esto está dando un respiro a otras comunidades que antes recibían un flujo migratorio constante, descontrolado y al cual no se atendía, sin una idea clara de qué hacer con dichas personas.

Actualmente algunas comunidades autónomas han puesto en marcha lo que otros llaman el utilitarismo migratorio. Esto significa, en aquellos campos laborales donde las personas del territorio no quieren acceder al empleo -como las labores agrícolas, el cuidado de los mayores o, en el caso del norte de nuestro país, la industria pesada-, comenzar a implementar un tipo de política incipiente en el terreno migratorio donde se pone en relación esa falta de personas con la necesidad de cubrir dichos puestos de trabajo.

En el caso de Andalucía, hemos tenido la experiencia de un colectivo que estaba siendo vilipendiado y que se había puesta a posta en medio del debate político, los llamados MENAs (menores extranjeros no acompañados).

Recordemos que estos menores están en el centro del debate político simplemente porque el gran público no sabe que la ley de extranjería ha estado dejando en la calle y sin papeles a muchos de los jóvenes con los que los profesionales de protección a la infancia se desvivían en los centros, dejándolos después de cumplir los 18, ya adultos, en una absoluta situación de vulnerabilidad.

Ahora Andalucía, gracias a Freshuelva y sobre todo a la inagotable fuerza vital y solidaria de Michel Bustillo (de la asociación Voluntarios por un Nuevo Mundo), ha sido capaz de crear un círculo virtuoso que puede ayudar a muchos migrantes a cumplir sus expectativas, a nosotros como sociedad a refrescar nuestra población activa y a los responsables de las políticas migratorias de nuestro país a orientar esta relación win to win entre empleo y migración

Doscientos jóvenes ex tutelados, o como ustedes los conocen, doscientos menas, han sido redirigidos a un sector que no encontraba mano de obra como es la recogida de la fresa y el fruto rojo en nuestra comunidad, con un éxito que hace pensar que este pragmatismo debería poder extrapolarse a otros sectores como es, por ejemplo, el de los transportistas, donde parece que se necesitarán 3.000 camioneros en Andalucía en los próximos años.

El día en que también articulemos las vías legales y seguras para llegar a nuestro territorio habremos dado otro paso de gigante en una verdadera política migratoria, muy necesaria para todos los territorios de la UE.

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