Pongan ustedes el nombre

Las primarias del PSOE han sido un proscenio de procrastinación para posponer su gran problema

Escribo sin saber quién habrá ganado las primarias del PSOE. Podría avisar a la Redacción para que esperasen mi artículo hasta el último minuto y poder enviarlo ya con el nombre del flamante o de la flamante. Pero si aprovecho esta última oportunidad para dejarlo en blanco, destacaré más que, gane el que gane, se enfrenta a lo mismo. Ustedes, que me leerán sabiéndolo, pongan el nombre del ganador, si quieren. No cambiará casi nada.

La vocación política se confunde, por desgracia, con la ambición de poder y la ansiedad por ganar. Así que, aunque me extrañe, lo normal es que los tres candidatos sueñen con arrasar, incluso Patxi López. Desde fuera, parece mentira; por lo que le espera. Ay del vencedor. Una frase famosa de Wilde quizá lo explique: "Sólo hay una cosa peor que te inviten a una fiesta: que no te inviten". Lo instintivo de los políticos es que se apunten a la fiesta de ganar las primarias, sin pensar en la resaca y aunque sea porque lo único peor sería no ganarlas.

Al que gane de los tres (aquí pongan su nombre) le espera un reto de aúpa. Tiene que garantizar la unidad de un partido roto por dentro, como se ha visto, y por fuera, porque muchos de sus votantes o se han ido con Podemos o con Ciudadanos o, incluso, con el PP o se quedaron en casa.

Cada uno de esos dos retos se antoja imposible. El interior, porque cualquier llegada al poder requiere una depuración. De manera, que el ganador tendrá que sorber y soplar al mismo tiempo: integrar y desintegrar a sus rivales. Confieso que tengo un insano interés de espectador de circo romano por ver cómo van a cuadrar el círculo (si gana Susana) o a redondear los cuadros (si gana Pedro).

Y eso es nada. Abrigo la sospecha de que las primarias del PSOE no han sido más que un proscenio de procrastinación para posponer plantearse el problema principal: ¿qué pasa con la socialdemocracia? Está muriendo de éxito en lo ideológico (todos los partidos son socialdemócratas y le han robado el discurso social) y de fracaso en lo pragmático (cuando gobiernan, las cuentas no salen). Es una realidad europea, mundial. Ahora que o Susana no tiene a Pedro o Pedro no tiene a Susana para entretenernos, a ver qué propuestas hace el que queda. Recuerden el poema de Blanca Varela: "Has ganado la carrera/ y el premio era/ otra carrera". ¿Habrá llegado el vencedor de las primarias con resuello para correr esta maratón que es su premio?

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