La estructura del nuevo edificio que está construyendo la Universidad de Cádiz (UCA) en los terrenos del conocido como Llano Amarillo ha adquirido ya su máxima altura y su armazón es perfectamente visible desde diferentes puntos de Algeciras. De hecho, en estos días se están colocando ya elementos de la fachada. En este mes de julio, finalmente, el ya antiguo consejero de Universidades, antes de su cese, firmó junto al rector de la Universidad de Cádiz el convenio que permite acceder a fondos europeos para la financiación de la infraestructura. Efectivamente, gracias a la solidaridad europea, canalizada a través del programa Inversión Territorial Integrada (ITI) que tramita la financiación de varios fondos estructurales europeos, se han conseguido 4,5 millones de euros que permiten la edificación del Centro de Innovación UCA SEA. Este instrumento de solidaridad, ITI Cádiz, permite acceder a financiación europea debido a la difícil situación económica de la provincia con una de las mayores tasas de desempleo de la UE y su finalidad es avanzar en la cohesión territorial.

Junto a la solidaridad europea, uno de los elementos claves del impulso del Centro de Innovación es el decidido apoyo de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras a la transformación de esa parte del Puerto ganada al mar y que en su día eliminó la fachada marítima de la ciudad. La voluntad de edificar un conjunto arquitectónico multifuncional en armonía y coordinación con el edificio de la UCA donde su ubicará el futuro museo portuario y centro de interpretación permitirá recuperar para la ciudadanía un espacio que le fue arrebatado en su día. Si es importante el efecto arquitectónico y urbanístico de recuperación de una fachada marítima de la ciudad, creo que es reseñable la función que desempeñará este conjunto urbanístico. En él se ubicarán potentes unidades de investigación, tanto del Puerto como de la Universidad, que multiplicarán las sinergias en un espacio multiplicador de innovación y creación de conocimiento. En mi opinión, este elemento es absolutamente clave para entender el desarrollo de este proyecto. Finalmente, hay que destacar también el impulso y apoyo de otras administraciones públicas implicadas en el desarrollo del entorno. El Estado ya ha aprobado más de diez millones de euros para el proyecto de la segunda fase de los colectores de Algeciras y el Ayuntamiento de Algeciras y la Junta de Andalucía también se han comprometido en sumar esfuerzos en la reordenación urbanística y el tratamiento de aguas residuales en el futuro Lago Marítimo. En definitiva, estamos ante un proyecto de futuro que transformará positivamente la ciudad de Algeciras.

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