Gibrexit

Jesús Verdú

Profesor titular de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz

Nubarrones sobre Gibraltar

El principio de acuerdo con la propuesta de eliminación de barreras en la Verja supone un desafío mayúsculo en términos jurídicos, pero con una voluntad política decidida es posible culminar con éxito el proceso

Una tormenta sobre el Estrecho,  con la playa de Levante de La Línea en primer término y el Peñón al fondo.

Una tormenta sobre el Estrecho, con la playa de Levante de La Línea en primer término y el Peñón al fondo. / Paco Guerrero

El pasado martes, 20 de julio, la Comisión Europea adoptó una Recomendación de Decisión del Consejo por la que se autoriza la apertura de negociaciones para un acuerdo entre la UE y el Reino Unido sobre Gibraltar, presentando también una propuesta de directrices de negociación. Efectivamente, la Comisión había asumido un compromiso político con España para iniciar las negociaciones conducentes a un futuro tratado que regule el marco de relaciones jurídicas entre Gibraltar y la UE como consecuencia del Brexit.

"No ha existido hasta la fecha una política de Estado en relación con este pequeño territorio, oscilando entre períodos de cierta normalización y abierta confrontación"

Los contenciosos sobre Gibraltar son complejos y de muy difícil tratamiento debido a las implicaciones políticas del tema gibraltareño en España y el fuerte contenido emocional en un sector nada despreciable de la población en un país con graves problemas de cohesión territorial e identidad nacional. Por todo ello, no ha existido hasta la fecha una política de Estado en relación con este pequeño territorio, oscilando entre períodos de cierta normalización y abierta confrontación. Hasta la salida del Reino Unido y, en consecuencia, de Gibraltar de la UE, la pertenencia común a la institución internacional y la aplicación, con sus singularidades, del acervo comunitario ha servido como un fuerte factor de amortiguación de las desavenencias y ha proporcionado un marco de entendimiento.

Por todo ello, después del proceso del Brexit es necesario definir un encaje jurídico e institucional que garantice estabilidad y sirva además como base para el mantenimiento de una profunda interrelación económica y social entre Gibraltar y su entorno que, aprovechando su complementariedad, tiene un altísimo potencial.

Como es conocido, después de la salida del Reino Unido de la UE se alcanzó un Acuerdo de Comercio y Cooperación que no se aplica ni produce efecto alguno en Gibraltar expresamente excluido de su ámbito de aplicación territorial. En consecuencia, es necesario alcanzar acuerdos separados que definan el futuro marco de relaciones entre Gibraltar y la UE, en los que España conserva la baza privilegiada de haberse garantizado su previo consentimiento. No me cabe ninguna duda de que el principio de acuerdo alcanzado el último día de 2020 entre España y el Reino Unido fue un enorme éxito diplomático que define imaginativamente las líneas hacia los posibles acuerdos futuros, pero el camino está lleno de obstáculos.

"El mandato [...] proporciona a España una posición estratégica de control y garantía del acervo europeo"

Estos últimos, aunque se esperaban, se han manifestado con cierta brusquedad en el texto del mandato de negociación que ha encontrado la oposición frontal británica y gibraltareña. Lo cierto es que el mandato desarrolla las líneas del principio del acuerdo, pero fija con contundencia consecuencias jurídicas de enorme calado que implican una profunda transformación del estatuto jurídico de Gibraltar, proporcionando a España una posición estratégica de control y garantía del acervo europeo.

De forma breve, podemos identificar las funciones de control y vigilancia de las fronteras gibraltareñas cuyas competencias asumirían funcionarios españoles, incluidas las solicitudes de asilo, el establecimiento de un riguroso marco de igualdad de condiciones de competencia, el establecimiento de una unión aduanera que implica la introducción del IVA y otros impuestos sobre el consumo y nada más ni nada menos que la asignación al presupuesto de la UE de los derechos de aduanas recaudados en Gibraltar, parte importante hoy del presupuesto gibraltareño.

"Los oscuros nubarrones que se acumulan en la roca pueden transformarse en una violenta tempestad de levante o, en cuestión de horas, ser limpiados por la brisa clara de poniente"

El principio de acuerdo con la propuesta de eliminación de barreras en la Verja para personas y mercancías supone un desafío mayúsculo en términos jurídicos, pero con una voluntad política decidida de las partes es posible culminar con éxito el proceso. Las durísimas negociaciones con el Reino Unido sirven como antecedente. Y las enormes dificultades en la ejecución del acuerdo están detrás de las garantías defendidas en el mandato de negociación.

En el espacio singular que configura el estrecho de Gibraltar los oscuros nubarrones que se acumulan en la roca pueden transformarse en una violenta tempestad de levante o, en cuestión de horas, ser limpiados por la brisa clara de poniente

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